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Uno de los lugares más emblemáticos de Madrid, antigua entrada a la ciudad y que hoy es una visita imprescindible. Ubicada en plena rotonda de la Plaza de la Independencia, ha sido superviviente de los avatares del tiempo. Testigo silencioso de los cambios de la ciudad, se ha convertido en todo un símbolo madrileño y posiblemente el Monumento más famoso de la Capital.

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La Puerta de Alcalá

Historia de la Puerta de Alcalá

La ciudad de Madrid tenía numerosas entradas a lo largo del perímetro de la muralla que la rodeaba antiguamente. Si bien es cierto que fue incrementando su número según se fue expandiendo la ciudad, o incluso alguna fue desapareciendo como la Puerta de Guadalajara, hacia finales del siglo XVI, contaba con 14 portillos y cinco puertas Reales. Así, aquellas que recaudarían el portazgo serían la Puerta de Toledo, la Puerta de Segovia, la de Atocha, la de Alcalá y la de Bilbao. Dichas puertas completaban las zonas de acceso principales a través de sus portones, marcando las lindes más importantes de la Villa.

A escasos metros de la Puerta de Alcalá actual, existió desde 1599 una puerta de entrada a Madrid, que conmemoraría a la reina Margarita de Austria. Recién desposada con Felipe III, “el Piadoso”, hijo de Felipe II, realizaría su entrada triunfal en la Villa aquel 24 de octubre. La necesidad de magnificar las partes de la ruta a través de la cual se le concederían las llaves de la ciudad y la corona, llevó a un proceso constructivo para ensalzar el camino entre el antiguo Alcázar y la entrada a la ciudad. Hay que tener en cuenta que se le había nombrado Capital en detrimento de Toledo, con el consiguiente traslado de la Corte.

Tras aquel acto ceremonial, la estructura de carácter permanente se asoció a la idea de Punto de Partida y principal acceso a la Villa por su parte oriental. Además, la construcción de una fachada digna, aportaba al antiguo camino de Alcalá de Henares y la zona del Prado Viejo, la entrada que se merecía. No en vano, tras los festejos, se comenzaría a llamar como hoy en día: La Puerta de Alcalá.

Antigua Puerta de Margarita de Austria

Diseñada entonces por Patricio Cajés, la estructura tripartita de la que se componía la puerta, con dos arcos laterales y uno central, levantada en ladrillo y piedra, fue terminada por el maestro de obras Diego Sillero. Su decoración, a cargo de los escultores Juan de Porres y Alonso López Maldonado, utilizaría el yeso blanco, aunque con técnicas de estucados cuya apariencia era similar al mármol blanco tras pulirse.

Precisamente los materiales empleados hicieron aparecer a lo largo de los años multitud de desperfectos en el diseño original. Por ello, en 1615, a la entrada de Isabel de Borbón en Madrid, fue cuidadosamente restaurada, sustituyendo parte del conjunto escultórico y realizando mejoras estructurales. Finalmente, las esculturas se retirarían en 1624.

La estructura finalmente se reharía hasta en dos ocasiones. La primera reforma sustituyó los antiguos arcos por una estructura de ladrillo de un solo vano en 1636. El objetivo de garantizar la seguridad y vigilancia del acceso, se vio alterado en 1691 por la expansión de la ciudad hacia el este, en el Plan de Ordenación urbanístico que ensancharía el Prado Viejo.

Puerta de Alcala

Cambios en la entrada a la Villa de Madrid

Teodoro Ardemans fue el artífice de aquel proyecto. Dotando de espacio al enclave del Camino de Alcalá, concibió la solución última de ubicación de la Puerta. Las construcciones que se levantaron a lo largo de los años, como el Palacio del Buen Retiro o el comienzo de Recoletos, habían dejado maquillada una entrada que ya no se veía tan monumental como debía.

Para ensalzar su transformación, se construiría una amplia avenida, desplazando la antigua ubicación, en la esquina del Prado con el Camino de Alcalá, a una nueva posición, la actual, en una suerte de convergencia de arterias que sirvieran de corazón de entrada a la Villa. La intención fue recuperar su función original, pero aportando una mayor grandeza y amplitud a la portada, convirtiéndolo en una referencia urbanística.

Por ello, de nuevo se sustituyó la estructura por un diseño muy parecido al de finales del siglo XVI. Tres arcos que mostraran la entrada Real, a la vez que permitía seguir cumpliendo con su cometido fiscal y aduanero en su nuevo emplazamiento. Se dignificaría la entrada principal a la Corte de Madrid.

¿Por qué se construyó una nueva Puerta de Alcalá?

Tras la muerte del rey Fernando VI, “El prudente”, el trono recayó en manos de su hermano, Carlos III, en 1759. El rey de las dos “Sicilias”, o Carlo di Borbone, llegaría a Madrid, para reinar España, el 9 de diciembre. Su entrada en el país se produjo a través del puerto de Barcelona. La llegada a la Capital y a la corte sucedió como debía ser, a través de la Puerta de Alcalá.

El también rey de Nápoles esperaba encontrar una edificación imponente a su llegada, propia de monarcas, pero sus expectativas no se cumplieron en absoluto. El que fue apodado “el mejor Alcalde de Madrid”, mandaría levantar una nueva puerta de entrada a la Villa.

Se decidió entonces derribar la antigua edificación para poder construir una nueva, que sirviera al propósito de mejoras de la ciudad que habían sido proyectadas. Para ello se realizó un proceso concursal al que se invitaría a los arquitectos más conocidos de la época.

Puerta de Alcalá en Madrid

Concurso para levantar la puerta actual

A la llamada acudió Ventura Rodríguez, que posteriormente levantaría la Fuente de Cibeles y Fuente de Neptuno en Madrid, también José de Hermosilla, que diseñaría el Paseo del Prado y Francesco Sabatini, arquitecto italiano que poseía el favor del rey.

Los proyectos presentados en mayo de 1769 dieron como ganador a Sabatini. Su concepto de entrada en estilo neoclásico, con cinco arcos dispuestos a lo largo de los casi 44 metros de largo y 22 metros de altura, convenció en seguida al soberano, que no dudaría en adjudicarle el proyecto y la autoría. La Puerta de Alcalá sería el primer Arco del Triunfo levantado en Europa tras la caída del Imperio Romano.

Dicen que Francesco Sabatini presentó dos propuestas a su Majestad, una con pilastras y la otra con columnas. El rey, al aprobar ambos proyectos por una confusión, hizo que Sabatini fusionara ambos estableciendo las dos caras diferentes que hoy se pueden ver en sus fachadas.

Obras para erigir el monumento

Tras la demolición de la antigua puerta en 1770 durante la ampliación de la Calle Alcalá, comenzarían los trabajos de construcción. La contratación de las obras se cerraría con Santiago Feijoo, mientras el presupuesto corrió a cargo del propio Ayuntamiento de Madrid.

El supervisor de la obra sería el Corregidor de la Villa Alonso Pérez Delgado, aunque tras siete años desde el comienzo, el título pasaría a José Antonio Carmona. A pesar de las quejas del propio Sabatini, por la lentitud de avance en los trabajos, la obra finalizaría en 1778.

Quedó emplazada entre las dos partes de la cerca de delimitación de Madrid, como entrada triunfal moderna, dando la sensación de ser la entrada principal de la Villa y el Monumento Principal de Madrid durante muchos años.

Detalle decoración

“Rege Carolo III Anno MDCCLXXVIII”

La decoración de la Puerta de Alcalá comienza por su inscripción, igual en ambas caras, que indica el nombre del rey que la mandó construir y el año de finalización de la misma en letras de bronce. Eso sí, además de la estructura de ambas caras de la Puerta, a pesar de ser simétricas, también son diferentes en decoración. El cuerpo se levantó con granito de Segovia y la parte ornamental con piedra caliza de Colmenar de Oreja.

La cara este presenta en la parte superior de la cubierta, un escudo real en el centro y cuatro figuras, querubines o “putti” sobre las columnas de los arcos de los extremos, con figuras alegóricas de las cuatro virtudes cardinales, es decir, la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza. Por la parte oeste, destacan los trofeos militares que miran en dirección contraria.

Además, hay otros elementos como los leones de las dovelas, guirnaldas de las cartelas o cornucopias. Los escultores que trabajaron en la ornamentación fueron Roberto Michel Reimond y Francisco Gutiérrez Arribas.

Reformas posteriores

La Puerta de Alcalá ha sido remodelada en diferentes ocasiones. La primera actuación tuvo lugar tras los hechos acaecidos en 1808 tras los ataques de las tropas francesas y en 1823, cuando los partidarios borbónicos atacaron la ciudad en defensa de Fernando VII. Los llamados Cien Mil Hijos de San Luis, dañarían con sus proyectiles el monumento. Hoy en día todavía se pueden apreciar parte de los impactos. Lo que se perdió por aquellos actos fue la reja de forja que la cerraba antiguamente.

En 1869 se realizaría una reforma del entorno, creando la actual Plaza de la Independencia, con actuaciones mínimas en la Puerta de Alcalá, donde el escultor José Piquer Duart, retiraría la piedra de la base descompuesta por el salitre y las lluvias. Asímismo, en 1904 se repuso una de las cabezas de las estatuas que la coronan y un brazo, techándose, además, con láminas de zinc en lugar del plomo anterior.

Las últimas actuaciones corresponden a 1959, reparando algunas figuras de ambas fachadas dañadas por el tráfico rodado y, tras ser declarada Monumento Nacional en el año 1976, en 1979 se hicieron reformas en la Plaza de la Independencia con motivo del segundo centenario de la puerta. La última vez que ha sufrido un cambio fue la reposición de la cubierta por una nueva en 1992.

Plaza de la Independencia Madrid

Curiosidades de la Puerta de Alcalá

  • Fue concebida como un arco del triunfo, con la diferencia de poseer en su diseño cinco huecos en vez de los tres habituales que pueden verse en otras edificaciones de este tipo. Así pues, por ejemplo, el Arco del Triunfo de París o la Puerta de Brandemburgo en Berlín, son más pequeños en dimensiones que la Puerta de Alcalá.
  • En 1894 se creó un proyecto de escultura ecuestre de Carlos III para incluirse en su eje, pero no se llegó a realizar. A día de hoy se puede visualizar la maqueta y trabajo de Arturo Mélida Alinari en el Museo Municipal.
  • Tiene una réplica en el Parque Europa en Torrejón de Ardoz, siendo una de las mejores opciones de visitar Madrid con niños.
  • Ha servido de escenario para numerosos eventos como presentaciones de discos, proyecciones de la Noche en Blanco, conmemoraciones y conciertos para la Europe Music Awards.

Mírala Mírala, la Puerta de Alcalá

Y ya que hablamos de música, sin duda alguna, todo madrileño tiene ese soniquete en la cabeza. El estribillo y letra de la famosa canción fue escrita por Bernardo Fuster, Francisco Villar, Luis Mendo y Miguel Ángel Campos del grupo “Suburbano”. Se estrenó en 1986 en el LP de Víctor Manuel y Ana BelénPara la Ternura siempre hay tiempo” que la popularizaron.

“Ahí está ahí está viendo pasar el tiempo”… hace que casi cualquier habitante de Madrid pueda decirnos que fue Carlos III el creador de la puerta, ya que fue número uno durante varias semanas según Los 40 principales.

Una letra que muchos saben recitar de memoria. Se han realizado diferentes versiones de la canción, pero siempre nos quedará la puerta original, que resiste estoicamente el paso de generación tras generación, convirtiéndose al igual que la canción, en un emblema de Madrid y de España.

¿Dónde está la Puerta de Alcalá?

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