De marcado estilo románico, la Basílica de San Jorge es el complejo eclesiástico más antiguo del Castillo de Praga. Con sus dos torres blancas y su fachada en color rojo, se ha convertido en la segunda iglesia más importante de la fortaleza y el lugar donde descansan los restos de Santa Ludmila, patrona de los checos.
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Basílica de San Jorge
Antecedentes a la Basílica de San Jorge
Tras el fin del Gran Imperio de Moravia debido a las invasiones húngaras, se constituye la tierra de Bohemia. El primer regidor será el Duque Bořivoj y su mujer Ludmila, los cuales huirían de las tierras paganas para llegar a la zona de Moravia, donde constituyeron el primer estado completamente checo. Allí, en paz, con la bendición de los apóstoles San Cirilo y Metodio, que les bautizaron, tendrían cinco hijos, entre ellos Spytihněv y Vratislav. Es el comienzo de la dinastía Přemyslida.
Al morir el primogénito, Spytihněv, Vratislav sucederá a su hermano al frente de las tierras checas, el cual se casa con Drahomira, una princesa eslava y pagana, por el hecho de unir aún más a los eslavos. Ambos tendrían dos hijos, Wenceslao y Boleslao. Ludmila, tras la muerte de su marido en el año 888, dedicaría la mayor parte de su tiempo a educar a su nieto Wenceslao, el cual creció con fuertes convicciones católicas.
En el año 921, el día 15 de septiembre,en la ciudad de Tetín, la princesa Ludmila fue asesinada. Drahomira, nuera de Ludmila, para evitar la influencia de esta sobre su hijo, mandó asesinarla en el castillo de Tetín y que se utilizara su propio velo, símbolo de su martirio.
Historia de la Basílica de San Jorge
En los tiempos en que el castillo se erguía con estructura de madera, el príncipe Vratislav I, duque de Bohemia, manda construir la que será la tumba de su madre tras su fallecimiento, y poder rendir culto a la que fue la primera mártir checa. Es más, la iglesia se consagraría a nombre de su hermano, San Spytihněv.
Habiendo sido sepultada en la Iglesia de San Miguel de Tetín, una vez levantada la cripta de la futura Basílica de San Jorge, sus restos fueron trasladados en el año 925. Su nieta pequeña, Mlada, acabaría por expandir el complejo, ya que crearía el convento de San Jorge en los terrenos anexos al norte de la iglesia. Se trata del monasterio más antiguo de la República Checa.
Perteneciente al primer convento de Benedictinas checas, se convertiría en una de las instituciones más importantes durante el medievo. Mlada, sería la primera abadesa del mismo, quedando desde entonces una tradición: Las abadesas del convento pertenecerán a familias nobles, cediéndoles un derecho, el de la coronación de las reinas consortes checas.

Incendio de la iglesia
A pesar de que el cristianismo fue ganando adeptos, construyéndose entre otros el primer monasterio masculino en Břevnov, o la creación del obispado en Olomouc, las diferentes disputas entre la dinastía Přemyslida y las familias nobles de la época, sobre todo debido a que las tradiciones católicas aún se veían como extranjeras, llevó a fricciones importantes que desembocarían en varios episodios de violencia. Pero es que incluso dentro de la casa Přemyslida hubo desavenencias interesantes.
Durante el reinado del príncipe Soběslav, parte de la familia ubicada en Znojmo, el Duque Konrád Znojemský, no estuvo de acuerdo en nombrar como sucesor a Vladislav II. Por ello, asaltaría el castillo de Praga en 1142, causando un enorme incendio que redujo a cenizas parte de la iglesia, que recordemos aún estaba levantada en madera.
Vladislav II, el que fuera uno de los mejores aliados del emperador del Sacro Imperio Románico Germánico, acabaría por imponerse. Incluso posteriormente fue nombrado en 1158 con el título de rey, tras la alianza en Milán con Federico I Barbarroja. Él continuaría las obras de transformación en piedra del castillo de Praga tal y como había comenzado su predecesor, y sería cuando la iglesia se levantaría de nuevo en el estilo románico actual. Es más, el nuevo templo tomaría el nombre del patrón de los caballeros, a partir de ahora se le conocerá como la Bazilika Svateho Jiři o Basílica de San Jorge.
Leyenda de San Jorge
En la antigua Capadocia, cuando formaba parte del imperio romano, vivió un valiente soldado imperial a las órdenes del emperador Diocleciano. Su nombre, ha sido traducido a numerosos idiomas, pero se le puede llamar Jorge, Gorka, Jordi, o Jiři para los checos.
No quiso renunciar a la fe católica y por eso fue ajusticiado un 23 de abril, día de su festividad. Pero es una de sus gestas famosas la que le aportó el apelativo de paladín del medievo, siendo venerado desde el siglo IV. Se ha convertido en patrón de muchos lugares del mundo como en Barcelona, Aragón o Alicante en España, y fuera de esas fronteras, en Inglaterra, Portugal, algunos países del este e incluso Etiopía.
Se cuenta que en una ciudad llamada Silca, amenazaba a sus habitantes la figura de un gran dragón. Para aplacar su hambre, se le entregaba un sacrificio humano entre sus conciudadanos, hasta que un día le tocó a la hija del rey. Cuando esta iba a ser engullida, apareció San Jorge con su espada y su lanza, que tras ardua batalla le clavó al dragón en el corazón, dándole muerte. Unas gotas de sangre caerían al suelo y de ese lugar brotaría un rosal, de ahí la tradición de entregar una rosa el 23 de abril.

- Capilla de Santa Ludmila
- Capilla de la Virgen María
- Nave lateral derecha
- Pórtico con el tímpano de San Jorge
- Capilla de San Juan Nepomuceno y Coro Alto
- Entrada a la Galería Nacional
- Mausoleo de los Přemyslidas
- Nave Central
- Nave lateral izquierda
- Acceso al convento de San Jorge
- Cripta de la Basílica de San Jorge
Reconstrucción de la iglesia
Bajo la dirección de la abadesa Berta, las naves laterales se ampliarían, e incluso la principal se extendería hacia el oeste. Se levantaron las torres blancas con piedra tipo marga, las cuales miden 41 metros de altura. Curiosamente se llaman igual que las de la iglesia de Nuestra Señora de Týn, siendo la norte Eva, que es la más ancha, y la sur se denomina Adán, algo más estrecha y ciertamente inclinada unos 40 cm.
La Cripta también sufrió actuaciones, siendo el lugar de enterramiento de los cuerpos de la realeza Přemyslida. De hecho, al final de la nave principal nos encontramos la tumba de Vratislav I, fundador del convento, y tras él, la entrada a la cripta. Allí se encuentra una estatua de una Virgen negra, como símbolo de la putrefacción y descanso eterno. Otra parecida la podemos encontrar tanto en el Loreto Praguense como en la Casa de la Madona Negra en Ciudad Vieja.
Ya en la época de la abadesa Inés en el siglo XIV, se construiría la Capilla de Santa Ludmila en estilo gótico, donde se colocó su tumba en 1380, bajo dirección de Peter Parleř. El Mausoleo de los Přemyslidas, en el ala norte, acabaría albergando los restos de los príncipes Oldřich, Jaromír y la princesa Emma.
Reformas posteriores
La antigua entrada principal, en la calle Jiřská, fue rematada con el considerado primer elemento renacentista colocado en Praga. El taller de Benedikt Ried tallaría el tímpano con San Jorge derrocando al dragón. También hay elementos decorativos de esta época del gótico tardío, como el relieve de adoración de los reyes en la Capilla de la Virgen María, o el cuadro interior de la crucifixión de Cristo y el Martirio de Santa Úrsula.
El complejo sufriría, aunque no demasiado, otro incendio en 1541. La reconstrucción se produjo ya mitad del siglo XVII, sufriendo un cambio total en estilo barroco por parte de Francesco Caratti. A pesar de no haber sufrir daños importantes, se cambió la entrada a la iglesia por la fachada principal actual, donde destaca el característico color rojo ladrillo, y se colocaron las dos estatuas de arenisca de la abadesa Mlada a la izquierda y de Vratislav, el fundador a la derecha. Ambas realizadas por Jiři Bendl.
De otro famoso autor, Ferdindand Maximilian Brokoff, que a su vez trabajaría en varias estatuas del Puente de Carlos, es la estatua de la derecha del frontispicio, de San Juan Nepomuceno, custodiando la entrada a la capilla del mismo nombre realizada entre 1717 y 1722, por Filip Spannbrucker.

Decoración interior de la Basílica de San Jorge
Al ser una iglesia románica, su decoración es muy simple, destacando la ornamentación posterior, en forma de arte pictórico que adornaron con frescos los techos de las capillas más importantes. Así pues, la Capilla de Santa Ludmila presenta un fresco anónimo con un elemento central, el sol rojo con la inscripción “Gloria in Excelsis Deo” el himno litúrgico, rodeado de diferentes santos.
También en la capilla de San Juan Nepomuceno hay un fresco que representa su glorificación, que se cree que pinto Václav Vavřinec Reiner. De este autor incluso encontramos el cuadro de 1722 en la capilla de su altar, con el ángel que le entrega la palma de los mártires. Otros cuadros interesantes serían el de Santa Ludmila pidiendo limosna de 1853, de Josef Vojtěch Hellich en la planta superior, o el cuadro gótico de la crucifixión de Cristo y el Martirio de Santa Úrsula de Hans Burgmair.
Además, encontraremos elementos del renacimiento, como el pastoforio en la zona del ábside, o barrocos, como el altar en mármol con los relicarios en la capilla de San Juan Nepomuceno. De esta época también es la escalera barroca con dos tramos laterales hacia el coro de 1732. Extraordinario es también, al lado del tramo derecho, la escultura de “Cristo de un Tronco de Árbol” de Otto Herbert Hájek, realizada entre 1947 y 1948 que se obsequió al Presidente Václav Hável como acto de reconciliación.
Usos de la Basílica de San Jorge
Además de cripta Real de la dinastía Přemyslida, el complejo ha servido de iglesia principal del Castillo de Praga, hasta el levantamiento de la Catedral de San Vito. De hecho, como sólo puede haber una catedral por diócesis, el título de Basílica le viene por ser una de las iglesias más destacadas de la misma.
A finales del siglo XVIII, el emperador José II disolvió las órdenes religiosas, y el convento y la iglesia sirvieron como Cuartel militar, lo que le llevó a falta de mantenimiento y a presentar diferentes daños. Por ello, la iglesia fue sometida a una intensa rehabilitación entre 1887 y 1908, donde se le devolvió su espíritu románico, donde la completa reconstrucción purista fue diseñada por František Mach.
Ha servido como yacimiento arqueológico entre 1958 y 1964, siendo actualmente una de las partes más destacadas del castillo de Praga, y junto con el complejo, fue nombrada Patrimonio cultural nacional en 1962. Hoy está dentro de la visita turística del castillo, con la entrada A y B (corta y extensa), y sirve como sala de conciertos.

Convento de San Jorge actualmente
El convento de San Jorge es parte de la Galería Nacional, donde podremos encontrar una amplia colección de Arte Bohemio, con varios periodos y artistas desde el medievo hasta exposición de los siglos XVIII y XIX.
En la planta inferior se pueden encontrar las obras de artistas como Adrian de Vries, Hans von Aschen o Bartholomeus Spranger, que trabajaron en la corte de Rodolfo II. Ya en la primera planta el barroco queda representado con Marías Braun, Karel Škréta, Peter Brandl o Reiner Václav. Incluso hay obras de Jan Kupecký o Ignaz Platzer, que trabajaron en la Iglesia de San Nicolás de Malá Strana.
Otros artistas famosos quedan representados, como los escultores Josef Myslbek, Stanislav Sucharda y Bohumil Kafka. En pintura, Josef Mánes y Julios Mařák destacan en modalidad retrato y paisaje.
¿Dónde está la Basílica de San Jorge?
- Está dentro del complejo del castillo, en la Plaza de San Jorge o náměstí U Svatého Jiří, 119 00 Praha 1
- La parada más cercana en transporte público es Malostranská. Metro A (línea verde) y paradas 2, 12, 15, 18, 20, 22 y 23 de tranvía. Luego hay que subir la escalera este del castillo de Praga.
- Para información de conciertos o entradas al castillo se puede visitar la web del castillo de Praga.
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