Es sin duda la calle más bonita del castillo de Praga, que con sus divertidas casitas de colores lo han convertido en un lugar de cuento. En este lugar tan peculiar, residieron los orfebres del siglo XVI que trabajaban el oro, de ahí su nombre. Se trata de una de las visitas más famosas de Praga, puesto que en una de sus casas vivió Franz Kafka.
Si prefieres que te lo enseñen, no te pierdas nuestro Free Tour del Castillo de Praga y Puente de Carlos, donde te lo explicaremos.
CALLEJÓN DEL ORO
Orígenes del Callejón del oro
Se tiene constancia de que el muro románico del castillo, cuya construcción se produjo durante el siglo XII, ya ocupaba este lugar dando forma al Foso de los ciervos. La nueva fortificación amurallada del castillo de Praga fue encargada a Benedikt Ried a finales del siglo XV como requisito indispensable a que la corte real se instaurara en dichas dependencias. En la parte norte, además de levantar las tres torres defensivas, realizó la actual muralla del castillo, uniendo dichas torres mediante un corredor con una barbacana, que unía de la Torre Mihulka a la Torre Blanca y por último a la Torre de Dalibor.
Las diferentes actuaciones se realizaron desde 1484 a 1500, realizando una serie de arcos en la base de la misma a modo de soporte del conjunto, sobre los restos románicos que ya existían en ese lugar de las construcciones del pasado. En la base de aquel muro se realizaron doce cámaras de idénticas condiciones, cada una de 120 cm de profundidad y de 660 cm de anchura en la cara del foso, aprovechando los arcos estructurales que daban soporte a la nueva fortificación.
Dichos huecos fueron utilizados por aquellos sirvientes del castillo, que aprovecharían para realizar viviendas provisionales de madera. Pero en el año 1541, quedarían completamente destruidas tras el incendio que arrasó el castillo y los huecos quedarían vacíos a la espera de nuevos dueños.
Ya hay noticias en el año 1560, de que aparecerían de nuevo residentes, en este caso pequeños comerciantes y orfebres, que huían de la ley de las ciudades de entonces, es decir, ciudad vieja, ciudad nueva y Malá Strana, cuya mercancía no tenía clara su procedencia. Por aquel entonces, al Callejón del oro se le comenzó a llamar el Callejón de los Orfebres.
Dando forma al callejón actual
Las reformas posteriores no llegarían hasta 1591. En un proceso de tres años, la estructura acabaría subiendo hasta la altura del callejón tal como lo vemos a día de hoy. Se construyeron 21 arcos entre la Torre Blanca y la Torre Daliborka, de 4 metros de anchura por 2,2 metros de profundidad separados por pilares de un metro de anchura.
Se elevaría sobre los arcos un pasadizo de unión como conexión entre las torres, construyendo una barbacana con techo de vigas de madera. Además, las antiguas casas fueron demolidas y sus restos sepultados al levantar también la muralla del lado del foso de los ciervos.
El 1597, la guardia de protección de las puertas del castillo preguntaría al regente de entonces, el emperador Rodolfo II, acerca de la posibilidad de ocupar aquellos nuevos huecos que estaban de lado del interior de la fortaleza. El mandatario accedió, bajo la condición de que cómo máximo se construyeran casas con la profundidad de la muralla y siempre y cuando las viviendas las construyeran ellos mismos. La orden se firmó el 16 de septiembre de 1597. Aquel año, también consiguieron que el cuerpo fuera reconocido por el emperador, que les concedió el nombre de la “Artillería Roja”.
Estos soldados eran los encargados de comprar o vender las propiedades del callejón, a los miembros de su guardia, aunque posteriormente también se les permitió a otros sirvientes del castillo como el campanero de la Catedral de San Vito. También tenían derecho de alquilar sus viviendas si lo deseaban, dando pie a que el callejón se llenara de todo tipo de oficios y personas.

Cambios del Callejón del oro
A medida que pasaban los años, el número de casitas en su interior se incrementaba. Sin romper la regla de la profundidad, comenzarían a construir casas adosadas al muro interior románico del propio callejón. Incluso adosándose al muro del Palacio del Burgrave Mayor.
Por ejemplo, la desaparecida casa número 6, justo antes de la segunda guerra mundial fue el lugar donde vivió el poeta Jaroslav Seifert, el premio Nóbel de literatura checo. Allí escribió su colección de versos “Ocho días” y “Vestida de Luz”.
Se respetó entonces un espacio de aproximadamente un metro de anchura entre las dos hileras de edificaciones, aunque en algunos lugares había un espacio de paso menor. Existían entonces 11 casas más de las que podemos ver actualmente.
Reformas en la Callejuela de Oro
Se conoce que el callejón poseía una especie de servicio o letrina para toda la calle durante todo el siglo XVIII. Ni si quiera la instalación de un segundo servicio durante el siglo XIX mejoraría la vida de los residentes. Hay que tener en cuenta que no sería hasta 1877 cuando se instalaron conducciones de agua hasta el callejón, aunque algunas de las casas como la 24, no dispondrían de este adelanto hasta 1942. Además, se cocinaba con fuegos al exterior, lo que incrementaba la posibilidad de que un incendio azotara esta parte del castillo.
Por este motivo, los olores, la suciedad y las condiciones de higiene en general, incluidos ruidos y el ambiente de taberna, a finales del siglo XVII, a petición de las monjas del convento de San Jorge cercano fue clausurado en parte el callejón, cortado el acceso al corredor hacia la Torre Mihulka y se construyó un muro de separación anexo a la Torre Blanca para separación de la zona de la abadía.
En 1864, casi todas las construcciones que se habían anexado al muro sur fueron demolidas. Las estructuras de madera se eliminaron, dejando tan sólo las casas del lado norte actuales.
El último arrendatario dejaría su casa en 1952, momento tras el cual todo llegaría a su fin. En 1953 la Oficina del Presidente de la República compró todas las casitas a sus propietarios, como un proceso de expropiación y adecuación del castillo a los asuntos administrativos correspondientes a la República.
Partes del Callejón del Oro
El callejón del Oro lo podemos dividir en las siguientes partes:
Barbacana Gótica en la parte superior
- El corredor de unión desde la Torre Blanca a la Torre Daliborka no está completo desde 1781. Un rayo y su posterior incendio destruiría parte de la torre y parte de la muralla, pero la mayoría del corredor se encuentra disponible para recorrer por parte del viajero.
- En el lado este se puede ver una colección de armaduras, desde mallas chapadas a las cofías, chapados y placas en una colección que recorre todo el pasillo por encima de las casitas de colores. Además, hacia el final se puede observar una pequeña capilla y un lugar dedicado al tiro con ballesta, donde se puede tirar y llevarse una diana de recuerdo.

- Del lado oeste, hacia la Torre Blanca hay una colección de armas y escudos de madera policromados, que nos sumergen de lleno en el medievo. También podremos caminarlo y descubrir las llamadas “troneras”, troncos de madera cilíndricos que rotan situados ocupando las ventanas, con su correspondiente abertura para colocación de las armas por parte de la guardia y defensa del castillo.
Torre Blanca
- La única de las tres torres originales que aún forma parte del complejo del callejón del oro. Construida junto con las otras dos torres y la muralla por Benedikt Ried, en 1522 se elevó dos plantas más. Sus muros en la base presentaban 180 cm mientras que en los pisos superiores el grosor sería de un metro.
- Por ello, en 1586 el arquitecto Oldřich Avostalis realizó reformas en la torre para que las dos plantas superiores fueran utilizadas como prisión para aristócratas o nobles que habían incumplido la ley. Las celdas poseían hasta chimeneas para mayor comodidad de los prisioneros.

- El prisionero más famoso fue Edward Kelly, que durante la corte de Rodolfo II fue uno de sus invitados junto con el famoso alquimista John Dee. Convencieron en sucesivas presentaciones al rey de que eran poseedores del polvo de proyección, incluso a Kelly se le otorgó un título nobiliario pero la nobleza de alta cuna con sus envidias desenmascararon a Edward Kelly. John Dee marchó a Inglaterra y Kelly acabó encarcelado en la Torre Blanca. Edward Kelly, intentaría escapar por su ventana, haciendo una cuerda con las sábanas, pero no las ató bien y acabó cayendo al suelo.
- En la planta inferior se encontraba la sala de torturas y una pequeña mazmorra. La prisión dejó de realizar sus funciones en 1781 al igual que la Torre Daliborka.
- Hoy en día se pueden visualizar las dos plantas superiores, las cuales presentan arriba del todo una colección de armas, sobre todo espadas y cuchillos, y la planta a nivel del corredor tiene una pequeña sala con instrumentos de tortura y una tiendecita donde se pueden adquirir artículos medievales, y recuerdos.
Casitas de colores del callejón del oro
- En nuestros días es posible caminar por el callejón del oro y visualizar 16 casas pequeñitas de la época que fueron completamente restauradas desde 1955 bajo la dirección del arquitecto Pavel Jának, mientras que las fachadas fueron pintadas con esos colores por la elección del pintor Jiři Trnka.
- Entre los años 2010 y 2011, se realizó otras actuaciones, tales como incluir un sistema de drenaje nuevo y se repintaron las fachadas de colores, numerándose según se conocían históricamente. Al quedar solamente las casitas del lado norte, la numeración es descendiente desde el número 27 hasta el número 12.

- Hoy en día, 9 de esas casitas están dedicadas a una exposición permanente, donde se pueden ver las casitas por dentro tal y como sus propietarios las tenían a comienzos del siglo XX. No obstante, se exponen con algunos arreglos como mamparas para impedir desvirtuar la decoración.
- Las otras siete casitas están destinadas a comercios regulares, aunque algunas de ellas tienen más historia que otras, pasamos a describirlas a continuación, lo haremos en la forma de numeración creciente, o lo que es lo mismo, desde la base del callejón, hasta la cima, tal y como aparece en el censo de la época de construcción.
Casa número 12 - Residencia de Joseph Kazda
- Un auténtico cinéfilo y coleccionista de películas cuyo interés por el séptimo arte era su mayor pasión. Se convertiría en un experto y gran conocedor tanto del cine americano como el nacional. Gracias a su afición, numerosos documentales, películas históricas y cintas prohibidas se salvarían de la censura, quedando preservadas hasta nuestros días.
- Fundaría incluso una distribuidora de cine llamada “Komedia films”, que, tras su cese, se dedicaría a alquilar diferentes espacios y almacenes para preservar el material original, como este del número 12 del Callejón del oro.
- Entre 1948 y 1952, la Asociación del Arte de Praga se puso en contacto con él, reuniéndose de forma periódica y realizando pases de su material. Los más conocidos visitantes fueron Jiři Trnka, Jiři Brdečka, Jan Werich o Eduard Hofman.
- Eso le serviría para que en la década de los 60 trabajara para la Comisión de la Identificación de los Archivos del Cine Nacional, lo que dio explicación a material gráfico que de otra forma habría perdido su contexto.
- Anteriormente esta casa había pertenecido al escritor Jiri Maránek en cuya estancia se conoce que pasaron por allí personajes de la talla de František Halas, Jaroslav Seifert, o Vítězslav Nezval. Allí encontraría inspiración para sus novelas históricas ya que el viaje al pasado que propone el callejón del oro es un perfecto escenario.

Casa número 13 - Residencia de un soldado de la Artillería Roja
- La tarea de defensa de la fortificación fue confiada a los guardias del castillo. Fueron apodados la Artillería Roja debido al color de sus uniformes rojos. Este cuerpo de seguridad de arqueros y ballesteros servía sin un salario fijo, pero a cambio podrían disfrutar de las estancias en el castillo sin coste alguno. Además, los 24 miembros del cuerpo estaban exentos de pagar impuestos al rey por sus servicios. Eso sí, la construcción y mantenimiento de sus viviendas era responsabilidad propia.
- Estaban bajo la comandancia del Gobernador del Castillo y su principal orden era mantener a salvo las puertas de la fortaleza. Su mayor fuente de ingresos provenía de otras tareas, tales como servir a los nobles encarcelados en la torre Blanca o la Torre Daliborka, que, además de servirles como guardia personal, hacían las labores de cocineros, carteros o cuidadores.
- Las envidias suscitadas por sus privilegios, uniformes, y la posibilidad de poder realizar otras funciones, hizo que se les apodara los “Bribones” del castillo, lo que hizo que, bajo petición al Gobernador, cualquiera que usara esa palabra fuera confinado. En la casa número 13 se conoce a Mates Ulrych, el tirador personal del Gobernador del Castillo en 1620.
- Los soldados de la Artillería Roja sirvieron en el Castillo de Praga hasta el año 1784, cuando el cuerpo fue desmantelado bajo la orden del emperador José II. Con ellos, la función de Gobernador del castillo también se suspendió, siendo Arnošt Šiška de Jarmolice el último en desempeñar esa función.
Casa número 14 - La casa de Matylda Průšová
- Antes de la Segunda Guerra Mundial vivía en esta casa la famosa pitonisa Matylda Průšová, conocida por su nombre artístico “Madame de Thebes”. Era viuda de un farmacéutico, y llamaba su atención vistiendo siempre de negro y portando adornos tales como plumas de avestruz en su vestimenta habitual.
- Desde el año 1914 había estado esperando en vano por el regreso de su hijo tras la Primera Guerra Mundial. Los delirios de una madre solitaria y viuda, le hacían preparar de comida a diario a su hijo e incluso le hacía la cama.
- Se convirtió en una lectora de cartas de Tarot habitual, revelando la fortuna a aquellos que le preguntaban. Su clienta fue bastante amplia y se tiene constancia de que incluso traspasó las fronteras europeas, con cartas que le llegaban desde Ciudad del Cabo. Hoy en día se puede ver su sillón rojo y su mesa con las cartas dispuestas.
- En sus muchas predicciones vaticinó que la Segunda Guerra Mundial acabaría temprano con derrota para el Tercer Reich. Por ese motivo fue arrestada por las Gestapo y torturada hasta la muerte.
Casa número 15 - Vivienda de un orfebre
- Se tienen datos de que los primeros orfebres aparecerían durante la década de los 60 del siglo XVI. Alrededor del año 1560, aquellos que huían de las estrictas leyes de la municipalidad de Praga, acabaron viviendo en los orígenes del callejón de oro, en aquellos huecos infames que se ubicaban en la base de la muralla.
- No obstante, a lo largo de la historia los orfebres han ocupado un lugar de honor dentro del propio callejón, ya que son numerosos los registros de personas que se dedicaban a este menester, aceptando pequeños encargos de joyería, sellos, decoración de ropajes, cubertería o incluso realizando lámparas.
- Además de los orfebres, ya instalados en estas casas durante el siglo XVII, estaban también los fundidores de metal y aquellos que golpeaban las planchas de metales preciosos con mazos de madera para conseguir finas placas. Se podían usar después en rosarios o pulseras para las muñecas.
- Debido a su trabajo y del uso de materiales potencialmente muy caros, sus medios de trabajo tenían entre otros, mesas especiales capaces de recoger cualquier resto de material, mecheros cuyas llamas ayudaban a dar forma a sus creaciones o pequeñas jaulas con pájaros que ayudaban a conocer si los gases tóxicos hacían su aparición ya que trataban con diversos productos químicos.

Casa número 16 - La Taberna
- El negocio de la restauración dentro de las murallas del castillo siempre fue muy próspero. Con el visto bueno de los distintos soberanos y sobre todo con la comunidad episcopal, se crearon bares y tabernas dentro de la propia ciudadela del castillo, tales como en la calle Vikářská, el antiguo Palacio Real, o cómo no, en el callejón del oro.
- Tampoco es sorprendente puesto que los registros de la época indicaban que en el año 1653 existía una taberna o posada en una de cada siete casas de la ciudad de Praga. La que aquí nos ocupa, era especialmente viva, puesto que músicos y juglares ambientaban el lugar y hacían su aparición desde vendedores ambulantes hasta trileros con sus juegos de dados y cartas.
- A pesar de que los Magistrados Praguenses mantenían que este tipo de negocios eran frecuentados por hombres íntegros, diferentes acusaciones de falta de moral y diversas quejas estaban a la orden del día. Hay ejemplos de denuncias como la de la Abadesa de la Basílica de San Jorge, la madre Žofie Albínka de Helfenburg, entregada en 1612, donde acusaba que en este tipo de locales se realizaban actos vergonzosos e impuros, lo que sirvió para el cese de este tipo de negocios posteriormente.
Casa número 17
- Esta casa aún conserva la fachada principal que se le concedió en el siglo XVIII. Con dos plantas, aunque la superior es casi irrisoria en superficie, se puede observar el techo de vigas pintado durante la transición del siglo XVI al siglo XVII.
- Además, muestra una puerta levadiza hacia los sótanos, ubicada justo en frente del fogón que posee a la entrada. No se tiene constancia de ningún personaje famoso conocido viviendo entre sus muros y actualmente sirve para propósitos comerciales con una tienda en su interior.
Casa número 18 – Tienda de Marionetas
- Actualmente una de las más grandes del callejón, y una de las más visitadas puesto que es una tienda de marionetas artesanales, donde el taller de Hauptmann Emil, tiene a disposición numerosos modelos, que, si bien la mayoría no son económicos, son toda una delicia para los coleccionistas.
- Este artista, titiritero y tallador de oficio, se convirtió en un referente cultural para la preservación de las historias checas, siguiendo el modelo del teatro que se hizo tan popular durante los siglos XIX y XX. Por este motivo, el artista no fue bien tratado durante el periodo comunista, ya que fue arrestado y encarcelado.
- Su hijo, actualmente se encarga de seguir la tradición familiar, en un lugar lleno de magia y con figuras de todo tipo, desde marionetas de Pinocho a títeres de Blancanieves, con placas del taller de su padre aportando una calidad casi insuperable dentro del sector.
Casa número 19 – La casa más pequeña del callejón
- Sin buhardilla y con una sola habitación es sin duda la casa más angosta de todas las que se pueden ver en el callejón del oro. Durante las últimas remodelaciones se le incluyó una claraboya en la parte del tejado y un pequeño huerto a la entrada.
- Según una leyenda, supuestamente la arrendaría un anciano aristócrata obsesionado con la alquimia y la transformación de los metales a oro. Se cuenta que cuando consiguió dicha transmutación, el anciano murió y la gente le concedería a la casita el apodo de “El Palacio”.
- A día de hoy nos encontramos un comercio de suvenires dentro de sus paredes.
Casa número 20 – La casa más antigua
- Con su entramado de vigas de madera hacia el exterior, que contrastan perfectamente con su color amarillo, es la casa más antigua que podemos encontrar en el callejón. Consta de tres plantas, ya que en la buhardilla tiene una pequeña habitación, otra a nivel de calle debajo del corredor y otra en los sótanos, accesibles mediante una escalera de madera.
- Hoy en día posee un comercio entre sus paredes de pequeños regalos pintados a mano y se puede visualizar al menos la planta a nivel de entrada del callejón del oro.
Casa número 21
- Destaca su fuerte color a arcilla y una gran chimenea que caldeaba sus dos plantas. En la superior hay una habitación abuhardillada. El aspecto actual que presenta la casa 21 es de la época barroca y se ha conservado desde antes de 1750.
- Está dedicada a comercio donde se encuentra una tiendecita de la marca Manufaktura, que se dedica a vender productos elaborados con cerveza como jabones, velas y cosméticos.

Casa número 22 - La Casa de Franz Kafka
- El inquilino más famoso de toda la calle del oro es Franz Kafka. Tal como lo indica la placa exterior, en el lado derecho de su fachada azul celeste, “Zde žil Franz Kafka” (Donde vivió Franz Kafka).
- Se ha convertido en la Casa más famosa de Kafka en Praga y del callejón del oro, pero lo cierto es que se la arrendaría a su hermana Ottla un total de apenas cinco meses entre noviembre de 1916 y marzo de 1917. Durante ese tiempo la usaría de oficina y escribiría la mayoría de las historias cortas que pertenecen a “Un Médico Rural”. Si bien es cierto, hay quien dice que esta experiencia le aportó la inspiración necesaria para escribir después su novela “El Castillo”.
- Actualmente es una librería donde se pueden adquirir diferentes obras de Franz Kafka, además de otros libros relacionados con Praga. Nuestra recomendación para coleccionistas es que se lleven de recuerdo la novela que escribió aquí, ya que, si lo pedimos, nos colocan el sello de haberla comprado en el lugar original, lo que le da un valor añadido.
Casa número 23 – La casa más grande de la callejuela
- Es curioso como la primera mención de esta casa data de 1608. Pertenecía a Simeon Sobotnický, pero no está registrado entre los miembros de la Artillería Roja. Fue creciendo en superficie según fueron sucediendo las reformas con el paso de los siglos.
- Con una superficie de 34 m2 es, junto al número 18, la casa más grande del callejón del oro. Actualmente se encuentra alquilada desde principios del año 2020 a la Administración del Castillo de Praga, por el módico precio de 200.000 Kč mensuales, o el casi equivalente al cambio de 8.000 € al mes.
- Presenta en su interior un comercio de cerámica de alta calidad. Una tienda de una firma reconocida para aquellos que busquen la artesanía en un lugar antaño de artesanos.
Casa número 24 - La casa de la Señorita Magdalena
- En los albores del siglo XX, los residentes del Callejón del oro sabían de sobra acerca del encanto y la magia con el que el resto de la ciudadanía veía a sus ojos las pequeñas casitas de la callejuela. La admiración por los monumentos antiguos creció y el Callejón del Oro se volvió muy famoso.
- Para atraer al turismo, los propietarios comenzaron a decorar sus casas, hasta el punto de que, para parecer más acogedoras, colocaron suelos de madera, cortinas en las ventanas, pintaron las paredes de colores claros o cambiaron el mobiliario como si allí vivieran nobles.
- Alguno de sus propietarios ni si quiera volverían allí a vivir, disfrutando de la comodidad de los apartamentos de Praga, pero regresaban cada día a abrir su casita en el callejón, como la Señorita Magdalena, que pedía unas monedas por dejar echar un vistazo a su preciada vivienda. Incluso alguno de los dueños dejaba alquilar el lugar a artistas o escritores para que obtuvieran inspiración.
- Actualmente, la casa número 24 es la que tiene el acceso a la subida a la barbacana gótica, mediante unas escaleras realmente empinadas, custodiadas por una réplica de la armadura del rey Carlos IV a la entrada.
Casa número 25
- Consta que en 1675 tanto las casas 25, 26 y 27 serían demolidas por estar en estado de ruina. Los propietarios no obtuvieron ningún tipo de compensación por ello y tuvieron que reconstruir las viviendas.
- A día de hoy encontramos en su interior una habitación de vivienda del siglo XIX como parte de la exposición.

Casa número 26
- Una pequeña estancia en la que hoy formando parte del museo nos encontramos escrita sobre sus paredes retazos de la historia del callejón del oro, para que todo aquel que decida visitarlo pueda conocer algo más de este lugar tan pintoresco.
- En tres partes dividida, se pueden encontrar datos de las torres que componían la antigua muralla, datos de los residentes del callejón o la propia historia de la callejuela.
Casa número 27 – La de construcción más nueva
- La más reciente y en este caso la más cercana a la Torre Blanca. La casa fue construida por Lukáš Kalivoda en 1677, y fue la que más problemas tuvo, ya que seguramente tuvo que ser reconstruida varias veces debido al poco espacio que dejaba al pasillo y al paso hacia la Torre Blanca junto con la desaparecida casa 29.
- La disposición actual de la vivienda data de 1816, con su vestíbulo, que a día de hoy nos muestra para la exposición una de las viviendas de aquella época.
¿Por qué se llama Callejón del Oro?
No hay duda de que el callejón del Oro era en su momento una parte marginal de la fortaleza. Por ejemplo, además de todo lo comentado, el empedrado usado según estudios arqueológicos en 2010, estaba compuesto de los escombros de las construcciones de los palacios aledaños.
Surgen pues varias teorías del porqué el callejón recibe el nombre que tiene. La más extendida es la que habla de aquellos orfebres, cuyo trabajo con el oro en joyas y abalorios puede haber hecho evolucionar el nombre al que tiene actualmente.
Hay quien dice que es por los alquimistas y que en su búsqueda del conocimiento trabajaran en el callejón intentando resolver el misterio de la transmutación de los metales al que todo el mundo quería, el oro. Sin embargo, está documentado que los alquimistas trabajaron solamente en la Torre de la Pólvora del castillo.
También surge la teoría del nombre cínico, debido a la suciedad, falta de higiene y las peores condiciones de salubridad, que se le comenzara a conceder el nombre de Callejón del Oro como una forma descriptiva de todo lo contrario.
¿Y tú, con cuál te quedas?
¿Dónde está el Callejón del Oro?
- Se encuentra dentro del propio complejo del castillo de Praga, en la esquina noreste del mismo. Su nombre en Checo es Zlatá Ulička.
- La parada Malostranká es la más cercana en transporte público. Es accesible con el metro A (verde) y los tranvías 2, 12, 15, 18, 20, 22 y 23.
HORARIOS Y PRECIOS DE VISITA
- De noviembre a marzo de 9:00 h. a 16:00 h.
- De abril a octubre de 9:00 h. a 18:00 h.
- Está incluida en los circuitos A (350 Kč) y B (250 Kč) del castillo. Hay diferentes descuentos, para más información se puede acceder a la web del castillo de Praga.
- Abre gratuitamente tras el horario de cierre, con ciertas restricciones en sus museos, ¡pero puedes aprovechar y verlo perfectamente!
MONUMENTOS CERCANOS

Palacio Lobkowicz
El Palacio Lobkowicz supone la única vivienda privada que existe en la actualidad, dentro del complejo de la fortaleza del Castillo de Praga. En estilo

Torre Daliborka
Levantada en el extremo noreste del Castillo de Praga, es la torre redonda que se construyó como parte de la fortificación del castillo en el