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La Iglesia de Santo Tomás es uno de los grandes ejemplos barrocos de Praga, parte del Monasterio Agustino y una de las más importantes a nivel de español, puesto que se oficia misa en dicho idioma. Se encuentra en el lado oeste del río Moldava, reconocible desde las alturas por su cubierta puntiaguda y escondida entre las calles de Malá Strana.

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Iglesia de Santo Tomás

Antecedentes a la Iglesia de Santo Tomás

Las noticias más antiguas de la iglesia datan de 1229, donde los monjes benedictinos del Monasterio de Břevnov construyeron una pequeña iglesia románica en las cercanías de la orilla del Moldava. La fundación de la Iglesia actual se realizó en 1285, durante la corte de Wenceslao II, ya que se erigiría un templo gótico sobre los cimientos de la construcción anterior, siendo un regalo por parte del monarca que permitió la entrada a la orden de los agustinos en Praga.

Bajo permiso también del entonces obispo de la ciudad, Tobías, comenzarían el levantamiento de un monasterio y una iglesia, donde asentarse en Bohemia. Se extendería en su ejecución casi un siglo, siendo decorada en sus frescos durante la corte de Carlos IV, por parte de su canciller, Jan de Středy, y por iniciativa del Obispo de Olomouc.

La intención de conseguir un lugar donde educar a los sacerdotes de la orden, hizo que el nuevo templo solo conservara parte del muro norte de la antigua edificación románica. Su construcción fue consagrada en 1379, el 17 de abril, con presencia del Cardenal Pile una vez fue levantada la nave principal.

Llegan tiempos convulsos a Malá Strana

En el año 1420 ya era conocida como una de las iglesias católicas más importantes de Praga. Sirvió como parte de la universidad de Carlos, lo que le sirvió para divulgar el catolicismo, pero la puso en el punto de mira de la ideología husita. El estallido de la guerra hizo que la iglesia fuera saqueada por el bando husita, hasta el punto que sólo se salvaría la biblioteca.

Durante las batallas entre los dos bandos religiosos, la iglesia sufriría un incendio. La mayoría de las iglesias de Praga fue entregada al bando de los utraquistas y, a pesar de que los daños fueron notables, los miembros de los agustinos lucharían día a día por mantener viva la llama de la iglesia católica.

A comienzos del nuevo siglo sufrió un incendio en 1503, pero lograría rehacerse por completo tras la entrada de la casa Habsburgo en 1526. Se convirtió en Templo Real, aunque vivió uno de los episodios más turbulentos de Malá Strana, donde el gran incendio de 1541 también afectó sobremanera a la antigua iglesia gótica. 

Iglesia de Santo Tomás Praga

Recuperación del templo y reformas

Algo menos caótica fue la época de finales del siglo XV. La corte de Rodolfo II supuso una gran recuperación del monasterio, transformando los restos al estilo renacentista que inundó Praga. Fue consagrada nuevamente el 29 de diciembre de 1593, convirtiéndose en iglesia capital para la realeza praguense, ya que se convertiría en el proveedor principal de cerveza del castillo de Praga.

De esta buena relación con la orden de los agustinos, no es de extrañar que grandes cortesanos y personalidades acabaran siendo enterradas en la Iglesia de Santo Tomás. Los restos de Adrian de Vries, el escultor, o Ulrico Aostalli, arquitecto de Rodolfo II, fueron enterrados bajo la superficie de la iglesia.

Por desgracia, el estallido de la Guerra de los treinta años también afectaría a la parroquia, lo que se tradujo en la venta de parte del terreno del que disponía la orden, para poder sufragar los costes de la decoración interior. De esta época son las pinturas del altar mayor, con la Pasión de San Pedro, el Martirio de Santo Tomás y San Agustín en la Ribera del Mar, que pintaría el mismísimo Pedro Pablo Rubens, aunque las originales hoy están en la Galería Nacional.

La Iglesia de Santo Tomás se transforma en barroca

Se unieron también a la iglesia los cuadros de Karel Škréta, Antonín Stevens de Steinfels, o de Bartholomew Sprangr, que decoraron diferentes altares. Incluso,los frescos de la nave principal y la cúpula son del siglo XVII y primer cuarto del siglo XVIII, representando la vida de San Agustín y los diferentes escudos del imperio Austriaco,  Hungría, Austria y el Reino de Bohemia que fueron pintados por Václav Vavřinec Reiner.

Alegorías de los continentes en las pechinas de la cúpula, frescos de Santo Tomás en la bóveda del presbiterio, las dos momias de San Justo y San Bonifacio o la rica decoración escultórica de diferentes altares, de Jan Antonín Quitainer y Ferdinand Maximilian Brokof, complementan perfectamente las diferentes capillas o el púlpito de estilo rococó.

Jan Jiří Bendl y Matěj Václav Jäckel también pusieron su granito de arena en diferentes tallas a lo largo de la iglesia, o hasta se pueden ver unas rejas doradas en los oratorios, que hoy tapan el pasaje que comunicaba antaño con el propio Palacio Wallenstein. En definitiva, los artistas más grandes de su tiempo colaboraron en el mobiliario interior.

Fachada Iglesia de Santo Tomás

Un rayo lo cambia todo

En 1723 la iglesia comenzó a arder tras la caída de un rayo. Precisamente por los daños sufridos, sobre todo exteriores, se comienza una reconstrucción integral en 1727, encargada al mismo arquitecto que actuaba en las cercanías, en la Iglesia de San Nicolás de Malá Strana, Killián Ignác Dietzenhofer.

Su primera aproximación al proyecto fue desechada por sus elevados costes. Tal fue la imposibilidad de asumir el precio por los hermanos agustinos, que el propio arquitecto rehízo los planos tomando como referencia los muros y envolvente existente, conservando la planta original, actuando sobre  la cúpula del presbiterio y las bóvedas y decorando la estructura anterior.

Se conservaron los portales de estilo renacentista, pero la mayor parte de la iglesia fue trasladada al barroco, como la monumental fachada curvilínea de la entrada que podemos ver hoy en día. Se concluyó con una cúpula en mitad de la nave central y una torre campanario con cubierta en forma de aguja, siendo la más puntiaguda de Praga. Fue terminada en 1731.

Decoración exterior

Sobre el portal principal, en mármol rojo, hay una estatua de San Agustín de Jeroným Kohl, al igual que en la portada lateral, justo al lado del arco que une la iglesia con el Palacio de Oettinggen, una imagen de Santo Tomás. A día de hoy, el tranvía pasa justo por debajo de dicho arco en ambos sentidos.

En la zona superior, la cúpula fue rematada con una imagen en dorado del triángulo con el ojo de Horus, representando la Santísima Trinidad rodeada con una aureola, aunque el resto de las molduras y decoración exterior es simplemente una cubierta de la iglesia gótica de antaño.

Está muy escondida y pasa desapercibida por completo, aunque es una de las iglesias más importantes para la comunidad española en Praga, ya que, junto con la Iglesia del Niño Jesús, se suele oficial misa en este idioma los domingos a las 12:30 h.

Iglesia de Santo Tomás

Parroquia de la Iglesia de Santo Tomás

La parroquia actualmente comprende cinco iglesias incluyendo la ya mencionada Iglesia de Santa María de la Victoria. También la conforman las cercanas Iglesias de San José y San Nicolás, la Iglesia de la Virgen Bajo la Cadena o la Iglesia de la Virgen del Perpetuo Socorro o de San Cayetano a apenas unos pasos en la Calle Nerudova.

Las fronteras de la parroquia se extienden de norte a sur desde el Puente de Čech hasta la calle Prokopská, en la Plaza de los Caballeros de Malta, y de este a oeste desde la estatua de San Juan Nepomuceno del Puente de Carlos, hasta la homónima en la calle Uvoz, cercana al Monasterio de Strahov.

A pesar de que la comunidad católica no es que sea muy grande en la Capital Checa, casi 100 personas acuden de forma diaria a las misas que se ofician. La iglesia fue reformada por última vez en el siglo XX.

¿Quién fue Santo Tomás el Apóstol?

Fue un discípulo de Jesucristo, apodado “el Incrédulo” ya que tuvo que poner sus manos sobre las heridas del cuerpo de Cristo tras la resurrección para poder creer. Así se convenció del regreso de Jesús, aunque este lo recriminó tener que ver para creer: “Bienaventurados quienes han creído sin haber visto”.

Tras estos episodios se dedicó a divulgar la palabra del Padre en la India, Siria o Persia, donde sufrió su martirio y condena a muerte.

Es patrón de los arquitectos, los oficios de la construcción y los teólogos. Su nombre significa “mellizo” o “gemelo” siendo curioso que sea venerado tanto por la Iglesia Católica como por la Iglesia Ortodoxa.

¿Dónde está la Iglesia de Santo Tomás?

Horarios y precios de la Iglesia de Santo Tomás

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