Descrita como una política destacada de su tiempo, Milada Horákova será recordada como la única mujer ejecutada en los procesos políticos del comunismo. Hoy, en Malá strana, un memorial recuerda a una de las víctimas más famosas del régimen totalitario y nos invita a conocer su historia.
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Memorial a Milada Horákova
Elección del monumento
El concurso convocado en 2014, fue uno de los más importantes de los últimos años. Acudieron 23 artistas a presentar sus diseños, que intentaron representar la importancia de esta abogada y diputada nacionalsocialista en la historia checa. Tras cinco semanas de deliberación, se dio a conocer el nombre del artista vencedor el 17 de noviembre de 2014.
El jurado, presidido por Jaromír Zemina, eligió el proyecto de Josef Faltus como ganador del certamen, cuyo simbolismo caló muy hondo entre el comité de expertos y fue el elegido para levantar el monumento final a escasos metros de la cámara de diputados checos, en la intersección entre las calles Sněmovní y Thunovská.
El memorial representa una valla para los acusados del tribunal a tamaño real, con un micrófono sobre el cual está apoyada una alondra como símbolo de libertad. Costó cerca de un millón de coronas, y fue organizado de manera privada, bajo el visto bueno de la municipalidad.
Biografía de Milada Horákova
Nacida como Milada Králová el día de Navidad de 1901 en Praga, ya desde pequeña se caracterizaba por ser una persona inquieta con ideas progresistas. Su padre Čenek Král, era partidario de las ideas de Tomaš Garrigue Masaryk. De hecho, esas bases la llevaron de jovencita a ser expulsada de la escuela primaria de Austria donde estudiaba, por acudir a manifestaciones en contra de la Primera Guerra Mundial.
Tras la proclamación de la República Checoslovaca en 1918, la independencia surgida de los checoslovacos le dio la oportunidad de matricularse en la escuela de Praga. Posteriormente, en 1921 ingresó en la Universidad de Carlos, en la Facultad de Derecho, por consejo de su padre, a pesar de su interés por la medicina.
En plenos estudios, durante 1924, conocería a Františka Plamínková, fundadora del Consejo Nacional de la Mujer (Ženské národní rady, ŽNR), siendo un gran apoyo para esta, con la que estableció amistad y también acabaría por ingresar, convirtiéndose en una figura clave del ŽNR.
Graduación y vida
Terminaría la universidad en 1926. Se casaría poco después con Bohuslav Horák, economista, que había conocido durante sus años de estudios. Él era el editor de la Radio Checoslovaca e incluso llegaría a ser el director de la misma al final de la Primera República. Gracias a su marido, cambiaría la iglesia católica romana por la Iglesia Evangélica de los Hermanos checos.
En 1929, entraría a formar parte del Partido Socialista Nacional Checo (Česká strana národně sociální, ČSNS), cuyas ideas igualitarias entre hombres y mujeres, le convirtió en Portavoz de ese Consejo Nacional Femenino. También dedicaba su tiempo a la Cruz Roja Checoslovaca y a diferentes labores sociales.
Se dedicaría a abordar la posición de las mujeres solteras, la posición de la mujer en el seno familiar, las profesiones laborales para mujeres, o la conciliación del trabajo con la familia. Incluso participaría en la creación del Código Civil sobre la igualdad de la familia. En 1933 ella misma tendría a su hija Jana.

Años previos a la Segunda Guerra Mundial
Desde 1937 se uniría a la Oficina Social del Ayuntamiento de Praga, bajo dirección de Petr Zenkl y posteriormente se convertiría en la directora más joven del departamento juvenil. Para ampliar horizontes, viajaría a Inglaterra, Francia e incluso a la Unión Soviética. Acabaría hablando inglés, francés y alemán.
A través del ŽNR, en 1938 organizó la asistencia social por la crisis económica mundial, e incluso, tras los acuerdos de Múnich, asistió a los refugiados checos de la frontera checoslovaca.
En 1939 las mujeres casadas por el código civil fueron retiradas de sus empleos por ley, para hacer vacantes a aquellas personas desplazadas de los sudetes por parte del Imperio alemán. Milada Horákova no tuvo más remedio que retirarse.
Llegada de los nazis y periodo de la segunda guerra mundial
Desde la proclamación del Protectorado de Bohemia y de Moravia, fue partícipe activa en los movimientos de Resistencia Checoslovaca durante la ocupación nazi, liderando, a través del Consejo Nacional Femenino, una lucha social y socorro a aquellos perseguidos injustamente por la ideología alemana.
Se uniría al Comité de petición “Siempre Fieles”, consiguiendo pisos francos, anexando rebeldes a la causa de entre las filas del antiguo ŽNR, y obtuvo información de inteligencia, actuando de enlace entre el gobierno en el exilio de Londres.
Estos hechos no escaparon a la atención de la Gestapo. Sus acciones le llevaron a ser encarcelada tanto a ella como a su marido en la Cárcel de Pankrác en 1940, curiosamente por sus acciones con el ŽNR y no por la resistencia checoslovaca.
Encarcelamiento y deportación
Al conocerse la relación con el Comité de Petición, fue interrogada y golpeada duramente por las Gestapo, aunque no le sacaron nada. Por ello pasaría dos años en la Prisión de la Plaza de Carlos, cercana a la iglesia de San Wenceslao actual.
Tras el atentado contra el Reichsprotektor Reinhard Heydrich, fue deportada al Campo de Concentración de Terezín, donde en la pequeña fortaleza (Malá Pevnost) dirigiría el departamento de enfermería local, lo que le permitiría moverse libremente por el campo. Aquí se reencontraría con su vieja amiga Františka Plamínková, que posteriormente sería ejecutada en el campo de tiro de Kobylisi.
Sorprendentemente sobreviviría al campo, siendo trasladada a varias cárceles alemanas desde Leipzig en 1944 y luego a Dresde, donde se le juzgó. La condena que le impuso el tribunal, tras su defensa en alemán, abandonó la idea de la pena de muerte y se le concedió 8 años de cárcel. Se la envió a la Prisión de Mujeres de Aichach, cerca de Múnich, pero apenas estuvo unos meses porque el ejército americano la acabaría liberando.
La calma antes de la tempestad
En mayo de 1945, supuso el punto final a la dictadura nacionalsocialista germana, lo que le dio pie a regresar a su amada Praga. Al volver a su ciudad natal, se rencontraría con su marido, Boluslav Horák y con su hija Jana.
Retomaría sus labores de jurista e incluso renovaría el Consejo Nacional Femenino, para continuar con sus anteriores quehaceres de la forma más normal posible. De hecho, tras el llamamiento del Presidente Beneš, por la necesidad de realizar una política con partidos de calidad, volvió a ingresar en 1945 al Partido Socialista Nacional Checo, aceptando el mandato de la Asamblea Nacional Provisional.
Es más, en 1946 se postularía como cabeza del ČSNS en tierras checas y fue elegida para la Asamblea Nacional, mediante coalición con el Partido Comunista Checoslovaco, llegarían al gobierno, siendo miembro del Comité de Derecho Constitucional y extranjero. Criticaba la falta de trabajo social, los tribunales populares de postguerra e incluso rechazaba el Plan Marshall propuesto por los americanos.
En 1947 crearía un periódico enfocado a un público femenino llamado “Vlasta”, que se sigue publicando en nuestros días. Fue presidenta de la Unión de Prisioneros Políticos Liberados y miembro de la Unión de Amigos de la URSS.

Golpe de estado de los Comunistas
Si bien es cierto, los últimos meses de su mandato al frente de la Asamblea Nacional, ya reconoció que parte integrante del Partido comunista checoslovaco era fiel a las ideas implantadas desde Moscú. Por ello, mandaría monitorizar la StB, (Státní bezpečnost) el cuerpo de Seguridad del estado creado tras la guerra, cuyas sospechas recaían en que era controlado en exclusiva por los comunistas.
Por estos motivos, la crisis de gobierno estaba al caer. El día 24 de febrero de 1948, Milada Horákova expulsó a Alois Neuman de la reunión de la ČSNS, por considerarlo un comunista infiltrado en su partido. A pesar de sus esfuerzos en intentar derrocar al Partido Comunista checoslovaco, al día siguiente Klement Gottwald se haría con el gobierno.
Milada Horákova fue retirada de su cargo y expulsada de cualquier acto público. De hecho, rechazó su escaño parlamentario en protesta a estos hechos y se unió de nuevo al Ayuntamiento de Praga como funcionaria social, justo el mismo día de la muerte de Jan Masaryk, el que había sido el Ministro de Asuntos Exteriores.
De vuelta a la resistencia
En mayo de 1948 ella misma funda con antiguos miembros del ČSNS, un grupo que criticaba abiertamente al gobierno comunista de entonces, y ofrecía su apoyo a los políticos en el exilio como Petr Zenkl o Hubert Ripka.
La tercera resistencia checoslovaca estaba en camino, dando apoyo a los que buscaban emigrar tras la toma de poder de los comunistas. Precisamente por ser la cabeza visible de esa resistencia, la StB la colocó en su punto de mira.
El 27 de septiembre de 1949, fue arrestada en su oficina de la calle Masná, mientras que su familia escapó de su casa de Smíhov. Junto a ella, numerosos colegas exfuncionarios del Partido también fueron arrestados en noviembre de 1949. Sólo un dato más, los funcionarios tardarían casi un mes en saber de qué acusarla.
Juicio contra Milada Horákova
El juicio contra Milada Horákova comenzó el 31 de mayo de 1950. Se organizaría como un proceso político, inspirado en la gran Purga soviética de la década de los 30. Así pues, comenzó el esperpento bajo la batuta del presidente Klement Gottwald. La acusación, crear una red de espionaje que trabajó para derrocar al régimen comunista.
A pesar de defenderse en el estrado, siempre manteniendo sus ideales políticos, y nunca desfallecer ni rendirse, el día 8 de junio de 1950 tuvo lugar el último discurso de los condenados, que fueron censurados para la opinión pública, en un juicio que jamás se salió del guión, completamente controlado por la cúpula soviética.
Ni si quiera las cartas de Albert Einstein, Jean-Paul Sartre, Winston Churchill o Eleanor Roosevelt, pidiendo la absolución, cambiarían nada. Por recomendación del Ministro de Justicia, Klement Gottwald firmaría la sentencia. Cinco miembros fueron condenados a penas de entre 20 y 28 años, otros cuatro convictos fueron condenados a cadena perpetua, y cuatro más a pena de muerte. Entre estos últimos se encontraba Milada Horákova.

Sentencia de muerte de Milada Horákova
Entre los días 24 y 27 de junio, Milada Horákova escribiría cartas en su celda. Este hecho se conoció tras la Revolución de Terciopelo en 1989. La que más llamó la atención es la que dedicó a su familia el mismo día de su ejecución de madrugada, que denotaba una tranquilidad absoluta y su lucha honesta consigo misma y contra el sistema. Había defendido su postura hasta el final.
El 27 de junio, en torno a las 5:00 a.m, se dirigió junto con los otros tres convictos condenados al patio de la prisión de Panckrák. Ella sería testigo de la muerte de todos sus colegas, reservándole el último lugar en la ejecución.
A las 5:35 a.m. ella sentiría la horca sobre su cuello. El verdugo Vladimír Trunda fue el encargado de llevar a cabo la sentencia de muerte. Sus restos fueron incinerados y jamás entregados, para evitar posibles manifestaciones en funerales en contra del régimen. Su asesinato provocó una gran respuesta internacional.
El Monumento a Milada Horáková
En 1991, el presidente checo Václav Havel le otorgaría la distinción de la Orden de Tomaš Garrigue Masaryk, y se declaró que el 27 de junio, día de su muerte, sea nombrado el día oficial por las víctimas del régimen comunista. Pero faltaba un monumento que honrara su memoria en las calles de Praga.
En presencia de su hija Jana, el memorial se inauguró el 16 de noviembre de 2015. Sobre el mostrador, hay un tablero con las últimas palabras que escribió en su carta justo antes de ser ajusticiada. Están escritas en checo, cuya traducción sería:
“Me caigo, me caigo, perdí esta lucha, pero me marcho de forma honesta. Amo este país, amo este pueblo. Me voy sin odio, solo con las ganas de amarte.”
El monumento representa un homenaje a las víctimas del comunismo, pero también a que las personas reflexionen en la sociedad actual, en la cual aún está arraigado fuertemente el totalitarismo y sus prácticas.
¿Dónde está el Memorial a Milada Horákova?
- Se encuentra en Malá Strana, en la intersección de las calles Sněmovní y Thunovská.
- La parada más cercana en transporte público es Malostranská, con línea de metro. A (la verde) y donde paran los tranvías 2, 12, 15, 18, 20, 22 y 23, y caminando cinco minutos.
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