Sobre la Isla Eslava emerge el Palacio Žofín o el Palacio de Sofía, uno de los centros culturales más animados de la vida social praguense. Allí, diferentes personalidades celebran sus eventos en este palacio neorrenacentista, denominado en honor a Sofía, la madre de Francisco José I, Emperador del Imperio Austrohúngaro.
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Palacio de Sofía
Creación de la Isla de los Tintoreros
Las inundaciones provocadas por la subida del caudal del río en 1784, fueron las responsables directas de crear, mediante muros de contención y árboles, una isla artificial en la trayectoria del cauce del Moldava. La intención, proteger la Ciudad nueva de las crecidas del río.
Al abrigo del Moldava, se conoce que en esta posición los habitantes eslavos del pueblo checo, construyeron una tintorería. Al estar a la orilla, era la ubicación perfecta para el gremio. De hecho, a la isla se la acabó llamando la Isla de los Tintoreros.
Ya por entonces, a comienzos del siglo XIX, se veía que la isla se convertía en un centro que atraía a muchas personas, en lugar de reunión, para lo cual se levantó incluso una taberna para aquellos que necesitaban de los servicios de aquellos artesanos, que mientras socializaban, esperaban sus prendas teñidas y limpias para llevarse a casa.
Antecedentes al Palacio de Sofía
El crecimiento de la reputación del lugar, llevaría al molinero Václav Novotný a comprar la isla en 1830. Seis años después, comenzaría a levantar en el lugar de aquella taberna, una edificación más grande, que desde 1836 el arquitecto Carl Pollak transformaría en una casa de dos plantas en estilo neorrenacentista.
Así pues, realizando también algo de obra civil y uniendo la isla a la ciudad nueva con un puente de madera, aquel edificio transformaría sus interiores en una gran sala social y de conciertos, donde la vida política, social y cultural de Praga, vería nacer en 1837 uno de sus centros lúdicos más importantes.
Los habitantes eslavos adoptarían la isla como un símbolo, puesto que se celebraban bazares eslavos, se fundaron instituciones como la Academia de Sofía, una asociación musical eslavo-germana en 1840, o en el interior de aquella sala se celebraban grandes bailes nacionales, con la conocida participación de la escritora Božena Němcová en 1841 y 1843. Sus ganancias sirvieron para financiar las instituciones nacionales checas.

Celebración del Congreso Eslavo en el Palacio Žofín
El aumento del sentimiento nacionalista por parte de los eslavos, durante los años siguientes, llevaría a los Habsburgo a vivir un ciclo de preocupaciones revolucionarias que estallaron en varias localizaciones del imperio. Así pues, los eslovacos, los húngaros y los checos, ocuparían las portadas de los periódicos de la época.
Ya en 1844 hubo una reunión entre los líderes eslavos, para establecer las acciones de un bloque nacional, en el que se mejorara la vida de estos grupos, con mayor presencia de la cultura nacional, idioma y educación, liderados por el eslovaco Ľudovít Štúr. Ferviente defensor de la abolición de la servidumbre, liberación de los plebeyos y de garantizarles unos derechos mínimos, como igualdad ante la justicia, en 1847 en Bratislava, expuso sus ideas nacionalistas de cara a futuro en frente de los otros representantes eslavos.
Sería al año siguiente cuando Viena se puso en alerta, puesto que la celebración del primer Congreso Pan-Eslavo, dirigido por el presidente de la asociación Tatrín, Michal Miloslav Hodža se iba a celebrar en Praga el día 2 de junio de 1848. Aquel día se reunieron finalmente en el Palacio de Sofía los delegados eslavos, a pesar de que sus organizadores estaban bajo orden de arresto. El Congreso se celebró hasta el día 12, donde los exultantes eslavos, de forma voluntaria provocarían un conflicto armado contra los Habsburgo, que acabó con el levantamiento aplastado por las tropas austriacas.
Vuelta a la normalidad y declive
Los siguientes años el Palacio de Sofía sirvió a los propósitos para los que fue planeado. Diferentes artistas pasarían por sus escenarios, tales como Ferenc Liszt, Berloz o Chaikovski. Hasta Richard Wagner dirigiría su primer concierto en este lugar en 1863. Se cuenta que fue el primero en hacerlo de espaldas al público.
Violinistas como Jan Kubelík, que también tocó aquí por primera vez, o máximas representaciones checas como el estrenó de Antonín Dvořák en 1878, fueron la tónica habitual de la sala de conciertos. Incluso, la primera vez que se escucharon juntos los seis poemas sinfónicos de la obra Mi Patria de Bedřich Smetana, fue en este lugar. Corría el año 1879.
Pero tras el estreno en las cercanías del Teatro Nacional en 1883, que aportaba ese símbolo que buscaban los nacionalistas checoeslovacos, el Palacio de Sofía quedó relegado a un segundo plano. Así pues, en 1884, aquel lugar que había reunido a los grandes artistas de su tiempo, quedó abocado al olvido. Toda la isla fue vendida a la Municipalidad de Praga.

Reformas del Palacio de Sofía
Jindřich Fialka fue elegido como arquitecto, para realizar una nueva edificación, que tan solo aprovecharía los sótanos y la planta baja de la zona norte de la construcción anterior. El nuevo diseño tendría dos plantas, también en estilo neorrenacentista, con pilastras que soportan las jambas de las ventanas, arcos semicirculares o tejado a dos aguas.
La cubierta que vemos hoy es la original de cobre colocada en 1885. Los interiores presentan una escalera de tres brazos, siendo la primera planta donde se instaló el Foyer, el salón y la nueva sala de baile con su maravilloso techo artesonado. Las pinturas y los estucos son obra de František Ludvík Duchoslav.
Se instalaron bombas hidráulicas en la parte del sótano para prevenir posibles crecidas del río, bombeando automáticamente en caso de que sea necesario. Posteriormente, se ampliaría por el arquitecto Achille Wolf, quien le añadió las dos alas en la planta inferior, destinadas a restaurante y a la sala grande.
Cambios en el recinto
En 1925 se decidió cambiar el nombre de la propia isla. La Isla de los Tintoreros dejó de existir para dar paso a la Isla de los Eslavos. Homenajeando a aquel Congreso Eslavo se crea la “Slovanský Ostrov”, en plena exaltación por haber creado la República Checoslovaca.
Para mejora del entorno, se decidió incluso demoler los antiguos baños de la tintorería en 1928, y se añadió una placa en 1936, por parte de los estudiantes eslovacos de Praga, con un texto conmemorativo a aquellos hechos que marcaron un antes y un después en la ideología nacionalista eslava. La última rehabilitación se realizó entre 1991 y 1994 tras el comunismo soviético. Los arquitectos Tomáš Šantavý y Alexander Döber le dieron un buen lavado de cara y se restauraron las pinturas interiores.
Reabrió al público aquel año, para servir de nuevo como centro social, cultural y político, bajo el techo del que nunca debió dejar de ser parte, por historia, de la comunidad checa. Hoy en su interior se celebra desde el año 2005, la cita anual Forum 2000 por iniciativa de Václav Havel.
¿Dónde está el Palacio de Sofía?
- Se encuentra en la Isla de los Eslavos, (Slovanský ostrov) 226, 110 00 en Praha 1.
- La parada más cercana en transporte público es Národní Divadlo, con los tranvías 5 y 17, o los tranvías 2, 3, 9, 14, 18, 22, y 23 y caminando 3 minutos.
MONUMENTOS CERCANOS

Casa Danzante
Levantada a finales del siglo XX, se ha convertido en uno de los edificios más famosos de Praga, que con sus formas curvilíneas se asemeja

Teatro Nacional de Praga
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