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A la orilla del Moldava, al cruzar el Puente de Manes, se levanta imponente este coloso. Casi solitario por encontrarse en la plaza de Jan Palach, el edificio fue levantado entre 1876 y 1884 y fue llamado así en honor a Rodolfo III, archiduque de Austria, el que iba a ser llamado como sucesor al trono por ser el hijo del emperador Francisco José I, que concedió su patrocinio.

Si prefieres que te lo enseñen, es nuestro punto de encuentro habitual y de él salen casi todos nuestros tours.

Rudolfinum

Historia del Rudolfinum

El auge nacionalista checoslovaco durante la segunda mitad del siglo XIX, se vio reflejado en la arquitectura de la actual ciudad de Praga. Nacida en 1825, la Caja de Ahorros Checa (actualmente Česká spořitelna), la institución financiera más antigua del Reino de Bohemia, que antaño era una entidad alemana llamada Böhmische Sparkasse, buscó un solar donde levantar un nuevo símbolo de la cultura con motivo del aniversario de los cincuenta años de su fundación.

El lugar elegido debía de estar a la derecha del Moldava, en el margen contrario al Castillo de Praga. En 1873 se compró el solar para construir la que iba a ser llamada “La Casa de los Artistas”. No en vano, la intención no era mostrar la fortaleza económica de la institución, sino su responsabilidad y sentido del deber con sus conciudadanos en papel del arte.

 Los terrenos encontrados pertenecían al antiguo vertedero medieval de la ciudad vieja de Praga, fuera de lo que antaño eran sus murallas. El proyecto, que iba a ser destinado en exclusiva a fines culturales, salió a concurso que ganaron los arquitectos Josef Zítek y Josef Schulz, los mismos autores de las otras dos grandes obras neo renacentistas de Praga, el Teatro Nacional y el Museo Nacional respectivamente.

Construcción del Rudolfinum

Las obras comenzarían en 1876. Primero se limpiaron los 5315 metros cuadrados de superficie, que por entonces estaban destinados a almacenar y cortar madera. Se eliminaron las pequeñas construcciones del antiguo aserradero y comenzó a ejecutarse el proyecto bajo la batuta de Václav Vejrych.

Se trató del primer edificio moderno en Praga de funcionamiento múltiple. Su planta rectangular esconde dos partes bien diferenciadas, una para las artes escénicas y musicales y otra para las artes aplicadas, visuales y plásticas en la Galería Rudolfinum. El edificio se convertiría en la Sede del Conservatorio de Música, con el respaldo de la Asociación de la Promoción de la Música en Bohemia, el Museo de Artes Industriales, establecido por la Cámara de Comercio y como Galería Nacional, cuyo representante era la Sociedad Patriótica de los Amigos del Arte.

La finalización de los trabajos se produjo en 1884, pero la inauguración no se produciría hasta el año siguiente. En un principio la fecha elegida fue el 24 de enero de 1885. Debido a indisposición del príncipe Rodolfo, la fecha se retrasaría hasta el día 7 de febrero. A pesar de que tampoco pudo asistir, la gran apertura tuvo lugar con la presencia de los implicados en el proyecto y sus directores. El clímax de la ceremonia fue el concierto final. La primera pieza elegida para ser representada entre sus paredes fue la Obertura en Do Mayor “Die Weihe des Hauses”, traducida como “la Consagración de la casa”, de Ludwig Van Beethoven.

No obstante, en 1896 la Orquesta Filarmónica Checa dio su primer concierto bajo la dirección de uno de los músicos checos más reconocidos mundialmente, Antonín Dvořák. Se escucharon la Rapsodia Eslava n° 3 y la Sinfonía del Nuevo Mundo. En su honor, la sala principal de conciertos del Rudolfinum adquiere el nombre de la Sala Dvořák.

Interiores del Rudolfinum

Reformas posteriores

Tras la primera guerra mundial, desde 1919 el edificio realizaría funciones de la Cámara de Diputados de la República checoslovaca convirtiéndose en el Parlamento Checoslovaco. Los arquitectos Václav Roštapil y Rudolf Kříženecký realizarían algunas intervenciones de adecuación a los nuevos usos. Desde 1923 el edificio pasaría a ser propiedad del Estado Checoslovaco.

Curiosamente la vuelta del Arte al Rudolfinum se produjo durante el Tercer Reich.  Al estallar la segunda guerra mundial y ser sometidos al Protectorado de Bohemia y de Moravia, hizo que los poderes legislativos checoslovacos no fueran necesarios. Desde 1940 a 1942, el último estudiante de la escuela de Josef Zítek, Antonín Engel, se encargó de devolver el uso original al edificio. Introdujo, además, mejoras acústicas en la sala principal, de hecho, por ello la Orquesta Filarmónica Alemana estuvo activa en Bohemia hasta 1945.

Tras el Comunismo Soviético y la designación como Monumento Cultural en 1989, el mal estado de conservación del edificio hacía necesaria una reforma urgente. La gran reconstrucción del edificio se produjo entre 1990 y 1992 por el estudio del arquitecto Karel Prager, adecuando las instalaciones a los tiempos modernos mientras se acercaba lo máximo a la visión original de Josef Zítek y Josef Schulz. El Conservatorio de Música en Praga y la Academia de Artes fueron los artífices de las reconstrucciones.

Exteriores del Rudolfinum

El edificio posee diferentes entradas. Sin duda, la más conocida y principal es la que da acceso a la Sala Dvořák. Una escalinata que accede a la sala del vestíbulo con las columnas de mármol, custodiada por dos estatuas alegóricas de las musas de la música profana con su arpa, y la música sagrada realizadas por el escultor vienés Anton Paul Wagner.

El portón este, contemplada como acceso por carruaje y custodiada por dos Leones, da acceso al Salón presidencial en el balcón del primer piso, dando hacia la Sala Dvořák en un escenario reservado para los más privilegiados y personalidades.

La entrada del lado oeste custodiada por dos esfinges, poseen el sello de las abejas, el símbolo de la Caja de Ahorros Checa que impulsó la construcción en un principio. Dan acceso a la sala del atrio, a ver las diferentes exposiciones del interior. También están los accesos a los baños y a la cafetería.

En la parte superior del edificio también se pueden observar diferentes estatuas que decoran el perímetro. Son representantes del arte mundial desde la antigüedad hasta el siglo XVIII, repartidos en treinta y dos estatuas. Las que se encuentran en la fachada principal corresponden a Wolfgang Amadeus Mozart, Georg Friedrich Händel, Ludwig Van Beethoven y Johann Sebastian Bach.

Interiores del Rudolfinum

Mendelssohn en el Tejado

Jiří Weil fue un escritor y periodista checo, que vivió intensamente el periodo más aciago de la historia del siglo XX. Fue testigo de la llamada Solución Final durante el nazismo e incluso durante el periodo estalinista fue deportado a un gulag ruso. Murió en 1959, no sin antes dejarnos un legado en forma de novela, con un protagonista de excepción, el Rudolfinum.

La novela nos cuenta la historia de cómo Reinhard Heydrich, protector del Reich en Bohemia, no quiere asistir a un concierto en el Rudolfinum puesto que en el tejado se encuentra la estatua de Felix Mendelssohn-Bartholdy. Ordenó quitarla a dos empleados checos, indicando que la reconocerían porque era la estatua con la nariz más grande. Retiraron la estatua indicada, pero resultó ser la equivocada, ya que la confundieron con la de Richard Wagner, compositor favorito de Adolf Hitler.

La novela nos cuenta las consecuencias de ese acto que es completamente ficticio, ya que el hecho no se produjo en realidad, pero se retrató como sátira de la persecución y antisemitismo durante la historia de los judíos en Praga.

Entorno del Rudolfinum

El emplazamiento de antaño incluía, además del edificio, una serie de actuaciones que llevaron a convertir al Rudolfinum en un epicentro majestuoso de la música y el arte en Praga. Ubicado en el centro de la plaza llamada “Na rejdišti” estaba rodeado de un jardín y “desconectado” del resto de las magníficas edificaciones de Praga.

La plaza fue cambiando con el paso de los años así como su nombre, puesto que en 1915 se pasó a llamar la Plaza de la Emperatriz Zita, en conmemoración a la esposa de Carlos I de Austria. Desde 1919 a 1942 se le denominó la Plaza de Bedřich Smetana, por el fabuloso compositor checo.  Durante el nazismo se le llamó “Mozartplatz” o Plaza de Mozart, pero al acabar la guerra se le renombró como antaño, la Plaza de Bedřich Smetana.

Al llegar el comunismo soviético, desde 1948 la plaza conmemoraría la Liberación de Praga por el bando soviético llamándola la Plaza del Ejército Rojo, en donde se ubicó una gigantesca estrella soviética delante de su fachada principal. A partir de 1989, se le concedió el nombre de Plaza de Jan Palach, por el estudiante que se prendió a lo bonzo el 16 de enero de 1969, tras los hechos de la primavera de Praga.

En la plaza se acabó levantando el edificio de la Facultad de filosofía, el Museo de Artes Decorativas o la Facultad de Bellas Artes.

Usos actuales del Rudolfinum

Desde 1946, el edificio se destina a sus quehaceres originales. Por un lado, acoge la Sede de la Orquesta Filarmónica Checa, y por el otro a la Galería Rudolfinum.

Se ha convertido en una de las mejores salas de concierto en Praga, junto con la Casa Municipal. Además de la Orquesta Filarmónica Checa, también hay diferentes empresas privadas que ofrecen sus conciertos.

Se ha restaurado por completo el café Rudolfinum en su interior, convirtiéndose en un hermoso escenario donde poder sentarse en el centro de Praga y disfrutar de un buen café. Además, curiosamente es más económico que la mayoría de cafeterías de Praga.

También sirve como sede de grandes acontecimientos y festivales como el Festival de la Primavera de Praga, o entregas de premios como la del León Checo, una especie de entrega de los Oscar en versión checa.

DÓNDE ESTÁ EL RUDOLFINUM

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