Empieza la temporada turística por excelencia, la de los meses finales de primavera y los de verano. En diferentes medios comienzan a aparecer artículos de viajes, posibles aventuras en las que embarcarnos de vacaciones, o simplemente las opciones preferidas por los viajeros. Algunos de estos reportajes están relacionados con el mundillo de los free tours, temática que siempre está envuelta en polémica parece ser.
Siendo quienes somos, evidentemente tenemos una opinión a favor de los mismos, pero vamos a desgranar punto por punto los argumentos que se esgrimen en contra de estas rutas de precio libre que tanto han dado de que hablar, que se han convertido en una opción muy seria al preparar un viaje, y que el que prueba repite para consolidar la experiencia. Daremos nuestra opinión al respecto.
En un periodo en que la pandemia ha amedrentado al sector, consideramos más importante que nunca hablar de este tema, de aportar confianza a un mercado que se ha visto reducido a cenizas y que actualmente debe recuperarse. No somos un enemigo, sino aliado, aunque algunos se empeñen en llamar piratas a más de uno, y desde luego no estamos en contra de los tours de pago como hemos leído a diferentes personas. Son una opción más, que encima puede ser complementaria a los tours de toda la vida.
Vayamos por partes y valoremos cuáles son los argumentos en contra de los free tours, pero antes contemos un poco su historia:
FREE TOURS, ¿INTRUSISMO LABORAL O UNA GRAN OPCIÓN?
¿Cuándo aparecen los free tours y de qué se trata?
El concepto es sencillo. A partir del nuevo milenio, comienza a surgir en Europa un modelo de negocio muy novedoso. Rutas turísticas sin coste establecido, en las cuales se realiza publicidad para vender otras excursiones. Si bien es cierto, la idea es la de prueba este tour, si te gusta compra otro, y si quieres paga el que estás haciendo. ¿Sencillo verdad?
Pues la idea no estaba tan extendida. Desde el año 2004, comienzan a aparecer empresas de free tours estableciéndose en diferentes capitales europeas. Hoy en día el concepto es tan amplio que se pueden ver casi en cualquier ciudad o pueblo, ya no sólo en Europa sino por todo el mundo hay empresas o autónomos que se dedican a este tipo de visitas.
Incluso la idea original ha evolucionado, ya que hay rutas en las que no se vende ningún tipo de producto, pero sí se invita a participar en otros recorridos o actividades bajo el mismo precepto económico. Las ciudades se llenaron de paraguas y el boca a boca hizo el resto.
Sin más, os dejamos los argumentos en contra de los free tours más famosos:
Los free tours son ilegales
En realidad no. La regulación común de la industria turística de la Unión Europea, estableció un marco legal tras la aprobación de la Directiva Bolkestein, en la que se liberalizaron los servicios turísticos dentro del mercado europeo. Fue aprobada en 2006, entrando en vigor el 28 de diciembre de 2009.
Su intención fue la libre circulación de todo el mercado de servicios entre los estados miembros de la UE, ya que aumentaría el empleo, que se calculaba en un 70% en dicho sector, permitiendo una facilidad de movimiento entre los países miembros y una confianza entre las 27 legislaciones, estableciendo modelos de conducta y la colaboración entre los territorios.
Eso hizo expandir la idea dentro del sector turístico. Aparecieron entonces en Europa las diferentes empresas que ofrecen sus tours libres. Los free tours no son ilegales, aunque muchos los han definido como tours con publicidad engañosa o como rutas de intrusismo laboral. Vamos con ello.
Tienen Publicidad engañosa
Si bien es cierto el formato se denomina Free Tour. Traducido del inglés, es tour libre o tour gratis. Esto ha llevado a muchas confusiones económicas, ya que, si se ofertan como tour gratuito, no hay derecho a pedir una compensación por el trabajo ofertado.
Hasta aquí estamos de acuerdo. Si algo es gratis y se oferta como tours gratuitos, deberían ser gratis. Así sin más.
Por ello, los guías siempre expresan, al comienzo o al final de sus rutas, la diferencia. Son tours sin precio establecido, en los cuales el turista valora el trabajo del guía de forma económica, dependiendo de la satisfacción del mismo. La intención es ofrecer el mejor producto posible, haciendo que el guía se esfuerce en su trabajo lo máximo posible, para obtener la mayor compensación posible. Aunque en la práctica no se lleva a cabo como explicaremos.
Lo cual hace replantearnos que no es que tengan publicidad engañosa, sino que los detractores de los free tours, hacen lo posible por abanderar este argumento cayendo en el mismo error de traducción. Que si el guía dijo que no era gratis, que si me han pedido compensación al final… No son gratis, son tours de precio libre y eso es muy distinto.

Los Free Tours son intrusismo laboral
No. No son intrusismo laboral. Lo que pasa es que el formato se ha vuelto muy popular y los modelos antiguos de venta de tours se han quedado obsoletos. Todos los mercados cambian y el turístico también. Las empresas dedicadas a la venta de tours vivían muy cómodamente cobrando precios desorbitados por los servicios ofertados, que la gente pagaba puesto que no había otra opción.
Si viajabas a un país de habla inglesa o proveniente del latín, todavía hay gente que se podía defender en esas lenguas, pero los que viajan a lugares con idiomas menos conocidos, no tienen más remedio que contratar unos servicios al coste que se imponga en destino. O eso o viajar a la aventura sin contemplar una experiencia completa de viaje.
Por ello desde la crisis económica del 2008, hemos visto incrementar los free tours en Europa, ya que el libre comercio por los países dentro del tratado Schengen, de jóvenes en busca de oportunidad laboral, ha hecho posible la expansión de un mercado distinto: los tours de precio libre.
Si un mercado gusta se expande. No son intrusismo sino un competidor. La cuestión y estamos de acuerdo, es que la ventaja de marketing al publicitar estos productos es muy grande al contener esa palabra “free”. Pero eso no los convierte en intrusos sino en una competencia feroz contra esos tours de precio establecido.
Además, a pesar de que el 100% de los guías no posee la titulación de guía oficial, sí que tienen formación en historia, historia del arte, turismo o Arquitectura. Pero como comentaremos después, la titulación de guía oficial está cada vez más extendida.
Los Free Tours tienen menor calidad
Vamos a ver. Si el tour es malo, no se cobra. Así que sólo con ese argumento debería bastar. Estamos de acuerdo en que hay guías mejores que otros. Pero eso también pasa en los tours de pago previo. Hay guías que recién comienzan a guiar, que tienen más conocimiento que otros, algunos que se han preparado mejor un tour, o cuyo carisma es nefasto. Lo sabemos, eso hace que el mercado se mueva continuamente.
Encontrar guías buenos es un problema. Aquellos que están en esto desde hace muchos años, suelen tener una experiencia y manejo de grupo exquisitos, mientras que los que acaban de empezar, aprenderán con el tiempo. No es sencillo hablar en público y hay que perderle el miedo. Pero de la misma forma pasa en los tours de pago. Esto pasa en todos los sectores, hay mejores ingenieros que otros, hay mejores periodistas que otros o mejores conductores, eso no es novedad.
Lo que está claro es que, si tu sueldo depende de tu preparación de un tour, cuando te pongas delante del grupo a guiar, intentarás que tu tour sea lo mejor posible. Lo más entretenido, con la mejor información y el más completo. Sólo con la intención de percibir el mayor beneficio posible. Si el cliente no queda satisfecho no vuelve, y de nuevo el boca a boca, o los comentarios en diferentes plataformas, harán su trabajo para evitar asistir a un tour que no merece la pena. Lo mismo que con los de pago. La diferencia está, en que, si no te ha gustado, no se paga.
Todavía nos acordamos de un reportaje reciente en el que se comparaba a un tour de formato free con uno de precio acordado. El guía oficial contra uno no oficial en el que no había comparación posible. El guía oficial lo hacía muchísimo mejor en todos los aspectos. Por supuesto. Si se elige para la comparación un guía que acaba de comenzar a exponer un tour con uno que lleva muchos años de experiencia, no hay comparación posible. En igualdad de condiciones, veríamos quién gusta más, o podríamos comparar calidades de tour. La manipulación en la exposición de argumentos para hacer caer la balanza de un lado es recurrente entre los detractores, pero no por ello es verdad.

Los free tours no los imparten guías oficiales
Falso. No sólo hay guías oficiales impartiendo free tours, de hecho, el que escribe estas líneas lo es, sino que cada vez más guías oficiales se animan a probar este formato y actualmente son una mayoría. Sí que hay guías no oficiales dando free tours, por supuesto, ya que hay lugares en los que no es necesario disponer de titulación, pero ni es un delito ni una necesidad. Por poner un ejemplo, mucha gente sabe cocinar, pero no es cocinero, y sus comidas son riquísimas.
Historiadores, licenciados en turismo, arquitectos, cada vez más personas se unen a la comunidad de guías turísticos desempeñando un papel maravilloso dentro de la historia del arte, mostrando edificios o explicando los museos. Además, no hay edad para los guías.
Los que dicen que son muy jóvenes e inexpertos, estudiantes y que no están bien formados son los que no saben por dónde tirar. Falta de coherencia y de formación hemos llegado a leer. Que si se inventan datos o los acomodan a su tour. Nos suena a pataleta por no poder competir contra un modelo en auge. Como si la información hoy en día no se pudiera comprobar ipso facto.
Masifican las ciudades y las llenan de paraguas
O sea que la existencia intrínseca de los free tours son la razón por la cual el mundo se acaba. Que las ciudades se llenen de turistas es culpa absoluta de los free tours. No por la cantidad de vuelos, hoteles, hostales y ofertas de paquetes turísticos que hay. La accesibilidad a visitar una ciudad de forma económica no tiene nada que ver.
Internet ha sido el gran cambio. Los teléfonos móviles y el acceso a la red desde cualquier lugar, hacen que hacer un free tour sea muy sencillo. ¿Ayudan los free tours a aglomerar gente en los principales monumentos? Sin duda, de la misma forma que los aglomeraban los tours privados, sólo que ahora hay más, puesto que es más accesible en precio para el que no podía pagar ese coste exagerado. Además, se han convertido en el complemento perfecto del viaje.
Que la sostenibilidad de una ciudad y su masificación turística sea un argumento en contra es absurdo. Además, que los negocios colindantes, véase tiendas de suvenires, restauración, mercadillos y otras actividades no se ven perjudicadas, sino al contrario, favorecen su negocio. Cada vez más países crecían en su porcentaje de PIB en turismo hasta justo antes de la llegada del Covid-19. Favorece el empleo, no lo destruye.
No hay control sobre el contenido del tour
Cada guía hace su ruta y habla de lo que cree más conveniente. Nosotros estamos en contra de algunas empresas que pasan guiones a los novatos para que se aprendan unos folios de memoria y los reciten delante de la gente. Eso no es un tour, eso es que se tome la lección.
Si bien es cierto, ese contenido sí está controlado, aunque no es la mejor forma de realizar su trabajo. La experiencia personal, anécdotas y sobre todo el trato humano con el cliente es lo más importante. Hay que saber para guiar, sí, pero al final la historia es la historia y no hay más. Simplemente metiéndose en “google” se puede corroborar cualquier dato.
Las diferentes empresas que ofertan free tours suelen asegurarse de que sus guías están formados y tienen el carisma suficiente. Realizan exámenes, pruebas de cámara, o establecen requisitos como poseer un título universitario e idiomas. No es lo mismo poder defenderse en el idioma del sitio en el que se está guiando, además de que aporta un extra al estar sumergido en la cultura y costumbres correspondientes. Si somos coherentes, esto es un negocio también, así que ¿Quién no quiere lo mejor para su negocio?
Pero es que esto es una necesidad. Si tus guías no están formados, los turistas que acuden al tour no repetirán y perderás clientes. Tener el título de guía oficial te permite estar tranquilo por si cambia la legislación como están intentando muchos de ellos al exigir la tarjetita guiada al cuello. Pero eso no les convierte en mejores guías. Sólo son intentos de poner trabas y poder cobrar un precio fijo. De nuevo no es calidad lo que se intenta aportar, sino ambición.
En los free tours se desvirtúa la historia
Las empresas clásicas se han sacado este argumento de la manga para atacar a los free tours, diciendo que se desvirtúa la historia, se banaliza, se convierte en una obra de teatro callejero o se cuenta de forma no rigurosa que hace que el cliente se lleve una impresión equivocada de un pueblo o del pasado acontecido. Nada más lejos de la realidad.
Guiar se puede hacer de muchas maneras y hay guías de todo tipo. Desde los más serios, que dirán nombres de reyes y fechas, o los más “teatreros”. Consideramos que la finalidad es que en la visita se aprenda, los invitados a los tours queden satisfechos, conozcan el lugar que visitan y se lo pasen bien. No vienen a estudiar y recordar datos, ni acuden a clases de historia, que para eso está la universidad, sino que vienen a pasar un rato agradable recorriendo una ciudad o pueblo mientras se les muestra las virtudes y defectos de esos lugares. Hay tours serios, donde a uno se le encoge el corazón, y otros más divertidos donde las risas son parte del espectáculo.
¿Por eso banalizamos la historia? En absoluto. Repito que la gran mayoría de guías que trabajan en los free tours son oficiales, y son los mismos que trabajan o han trabajado para las empresas de corte clásico. Así pues, realizan los tours de la misma manera en un lugar que en otro. Curiosidades, costumbres, bromas y una exposición correcta de los hechos, se van a realizar en ambos tours. Además, siempre existe la posibilidad de preguntar para profundizar en el tema. No es un argumento válido.

Los guías no pagan impuestos y no declaran las propinas
Para guiar legalmente hay que ser autónomo o trabajar por cuenta ajena. Por eso mismo los guías no se la juegan y pagan su impuesto de autónomo o las empresas que les contratan pagan la seguridad social. Si las autoridades realizan una revisión laboral, los guías con los que trabajamos estarán legalmente cubiertos. Además, en los lugares donde hay que ser guía oficial, los guías también disponen de titulación. Aquí nadie quiere hacer trampas.
Los guías son trabajadores como cualquiera y pagan sus impuestos como cualquiera. Realizan anualmente la declaración de la renta y contribuyen como todos a las arcas del estado. Lo que pasa es que la creencia de que estos trabajadores ganan mucho dinero es errónea. Hay muchos modelos de negocio dentro de las empresas de free tours, y algunos guías disponen de nóminas y entregan las propinas, (los que son contratados por una empresa) mientras que otros están trabajando por cuenta propia y se las quedan. Es a estos últimos a los que se les ataca continuamente por esa creencia falsa de sus altas compensaciones económicas.
Los que están trabajando por cuenta propia están continuamente corriendo un riesgo, ya que no sólo pagan el impuesto correspondiente, sino que el coste de los proveedores y el transporte hay que asumirlo, teniendo en cuenta que no saben si les va a salir rentable tras finalizar un tour.
¿Pero hay gente que no paga los tours?
Por desgracia sí. Son pocos, si bien es cierto, pero hay gente que no sabe valorar el trabajo de los demás y que no sabe compensar al guía tras la finalización del recorrido. De nuevo podríamos hablar del error de traducción de un free tour, que se vuelve en contra. Sin duda uno de los puntos más desagradables de hacer un free tour para este tipo de guías. Por suerte la mayoría de los asistentes realizan un pago por su trabajo al guía, aunque a veces se antoje insuficiente. Normalmente se efectúa en efectivo, aunque cada día más guías utilizan datáfonos portátiles para el cobro o este se realiza a través de «Bizum».
De nuevo los detractores creen que al final de los tours, son recompensados con cantidades exageradas por su trabajo, y eso no es más que un cálculo de lo que ellos están perdiendo por no tener clientes que paguen su tour. Si el cliente ha pagado con tarjeta, la transacción queda registrada y no hay forma de escapar. Si es en efectivo, los guías declaran su ingreso en la declaración. Pero claro, como es en efectivo y no hay forma de comprobarlo, todo es dinero negro. Es más fácil asumir que el guía miente en sus datos para pagar menos impuestos. De ahí el nombre de tours piratas, todos hacen trampa ¿verdad?
Si han de pagar autónomos, seguridad social, hipotecas, colegios, recibos y letras varias, los ingresos se verán reflejados en las cuentas bancarias de los implicados, y ya avisamos que los que hacen trampa, que asumimos también los habrá, serán los menos.

Entonces… ¿Los free Tours alimentan la precariedad laboral?
Ni de lejos. El precio de la cultura o cuánto vale el tour de cada guía se verá reflejado al final del tour. No todo el mundo vale para guiar y, de la misma manera que hay quién cocina huevos fritos y espaguetis, también hay quien hace platos de alta cocina y combina muchos ingredientes. Aquí el que no vale, y ve que sus ingresos no son los esperados, acaba dedicándose a otra cosa. Personalmente conozco a mucha gente que ha comentado que esto no es lo suyo y a muchos que les encanta su trabajo. Incluso la mayoría de los que lo dejaron por un motivo u otro, añoran guiar de nuevo.
Aquellos que establecieron un precio fijo por un tour, lo hicieron fijándose más en el bolsillo que en la cultura. Esa carta ya está marcada.
Justificar esa precariedad en que en España o Latinoamérica no hay cultura de pago si se da la posibilidad de hacerlo gratuito, es hacer trampa. Es, de nuevo, querer volver al sistema antiguo e intentar menospreciar este novedoso modelo de tours. Sueldo en negro, precariedad, falta de preparación, inexperiencia, ilegales, piratas e intrusos. Vendido así, sin ahondar un poco en el trasfondo del tema es un absurdo. La mayor parte de la gente que acude paga. Algunos más y algunos menos, dependiendo de cada uno, pero al final lo que cuenta es la media del grupo al final del tour. Al final de mes, los que se dedican a esto desde hace años saben que les va a dar para vivir.
Son una oportunidad de empleo, una de las mejores actividades al aire libre, una forma simpática de conocer la cultura, leyendas y costumbres del lugar que visitemos, además de una experiencia más del viaje. Para precariedad laboral ya están las empresas que explotan a los trabajadores, con jornadas de 12 horas al día, en turnos partidos y con 60 horas semanales por un sueldo mínimo.
Los guías de free tours tienen unas condiciones aceptables, que distan mucho de ser precarias o maravillosas. Están trabajando al aire libre. Hacen ejercicio al caminar, permanecen constantemente informados, han de conocer otras culturas, idiomas, y cobrarán lo que valga su tour. Esto no es precariedad, sino aumentar la calidad de un tour y la mayoría de los guías adora su trabajo.
¿Por qué hay gente en contra de los free tours?
Por negocio. Durante años muchas empresas han estado viviendo plácidamente controlando el mercado, los precios de los productos y estableciendo una forma de hacer las cosas. Hoy en día el cambio asusta, buscar y acomodarse en un sistema en el cual no se pueden realizar las tareas como se realizaban en el pasado, es cuestión de adaptación. El que se adapta al entorno sobrevive y el que no desaparece. Se llama evolución.
Querer agarrarse a un modelo desfasado y perder competitividad es la única razón por la cual hay detractores. Aquellos tours que tenían un precio establecido, pero sin coste para las empresas operadoras son los que están sufriendo. Se ganaba mucho dinero de forma fácil, estableciendo un precio fijo y sin alternativa para el turista.
Pero repetimos que no estamos en contra. Estos servicios se pueden complementar con experiencias, excursiones y actividades con diferentes entradas y transportes. Aquellos tours y visitas de pago previo serán sólo las que incluyen un coste previo para el operador. Por lo demás, las intenciones de ilegalizar un mercado en auge son absurdas cuando pueden ser complementarias y una posibilidad de publicitar otros recorridos.
Los que no quieran repetir por haber tenido una mala experiencia, también tienen un hueco en los detractores. Sin embargo, animamos a que repitan y den otra oportunidad en otro lugar, que seguro ha sido un caso puntual de satisfacción no correspondida. Evidentemente hay muchas razones por las cuales un tour puede salir mal, pero no es lo común.
Regularizar los free tours
Los que más reclaman una regularización del mercado son los que están en contra de este formato, exponiendo sus razones de los llamados “tours alegales”, creyendo que conseguirán ilegalizarlos y aumentar sus ingresos. Cada vez más guías oficiales y licenciados en turismo se sumergen en la preciosa aventura de guiar en un free tour, demostrar sus conocimientos y transmitir la cultura de su ciudad o lugar de residencia.
Por nuestra parte no nos oponemos en absoluto a esa revisión de mercado, que en realidad ya existe desde el año 2009, ya que daría pie a una convivencia entre ambos formatos, aunque creemos que dejaría a los tours clásicos sin ningún tipo de argumento, más allá del cliente que prefiera pagar de antemano una visita guiada. Elegir entre un producto sin coste previo y pagar si nos gusta o uno con coste establecido, que no sabemos si nos va a gustar, sigue siendo una decisión que ya tiene un ganador en la mayoría de los viajeros.
Por parte de las empresas que están en contra, creemos que no quieren regularizarlos, sino ilegalizarlos, incluyendo cada vez más requisitos de titulación, financieros y administrativos para acotar la expansión de este tipo de productos y reinar en el mundo de los tours.
La cuestión es: Cuando todos los que guíen free tours sean guías oficiales y sus pagos queden registrados, ¿qué as intentarán sacarse de la manga para impedir este formato? Los argumentos se acaban.
Yo creo que es una opción super interesante, debemos cumplir las expectativas que el turista persigue. Hoy en día la demanda de free tours es mucho mayor que los tours clásicos, por lo tanto debemos renovarnos o morir. Yo mismo siendo guía oficial vi la oportunidad de empezar un free tour en mi pueblo, Portonovo (Sanxenxo), preparándolo he aprendido muchísimas cosas sobre mi propio pueblo que nunca me imaginaria, hoy me estreno, a ver que tal va.